Una vez despega el coloso aéreo me estiro entre varios asientos
desocupados. Menudo lujo poder anclar todo mi cuerpo en el avión sin
tratarse de una business class.
Varias horas más tarde despertado por los primeros rayos matinales
desde las alturas, me asomo por la ventanilla para apreciar el paisaje
de costa, instantes antes de aterrizar en Melbourne.La vista parece
interesante al poder apreciar mucha zona montañosa y de costa.
Por fin en suelo australiano o mejor dicho en aeropuerto
australiano. Hay una espera de dos horas hasta el siguiente vuelo
dirección Sydney con lo que doy alguna vuelta por la terminal
semivacia a estas horas de la mañana. Presa del aburrimiento, por la
impaciencia busco una zona donde poder fumar un
cigarrito y tomar un café. Parece mentira, pero no hay ni un solo
centímetro cuadrado habilitado para dicho quehacer. ¡Eso sí! enormes carteles
avisando de la prohibición y de los detectores de humo instalados por
diferentes areas,sin olvidar de los dólares apenados para el que se
atreva a dar una calada. Me produce rabia al ver como está permitida
la venta de tabaco a precios astronómicos e incrementados hasta en un
80% de impuestos. Australia, parece que no empieza bien con esta
estúpida ley tajante y contradictoria. Leyendo algún folleto acerca
del país aminoro la espera al siguiente vuelo.
Una hora de nuevo vuelo,por suerte en ventanilla satisface a mi
vista, haciendo contemplar las minúsculas áreas terrestres desde el
aire. Los colores anaranjados del horizonte serán uno de los primeros
recuerdos visibles del nuevo país.
Me encuentro ya en la tan soñada Australia de mi juventud.Todavía
recuerdo cuando en mi etapa estudiantil, me enteré que era el país más opuesto
a España, y que, si se cavase un agujero en territorio español,dicha
perforación vería luz en suelo australiano.Quizás fuera precisamente
por ese máximo distanciamiento a mi país, uno de los motivos principales por los
que siempre me sentí atraído por este territorio. Se cree que Australia fue
descubierta en 1530 por los franceses pero su nombre se debe a que en
1606 la isla fue explorada por los españoles quienes le dieron el
nombre de Australia en honor a la Casa de Austria que reinaba en
España.
.
Al revisarme todo el equipaje, que es mi mochila, me encuentran toda
la artesanía de madera comprada en Bali. Una agente de aduanas algo
rellenita y seria, me pregunta que hago con todos esos productos de
madera prohibidos
en el país, por temas de plagas. Le respondo amablemente que son
regalos para amigos del mundo. No sé si ha sido por lástima o
compasión el hecho de que tras darme el pertinente aviso me
concediera la entrada al país sin requisarme la problemática
mercancía. ¡Prueba superada! A otros pasajeros asiáticos
les hacen dejar paquetes enteros de comida. Ya lo dicen siempre: con
la comida no se juega.
La rigurosidad en los controles no es máxima pues no me detectaron el pequeño
instrumento de Vietnam. Puntiagudo, afilado y de latón, que llevaba
encima mio y al que un perturbado podría haberle dado un muy mal
uso.Tanta tecnología en rayos X y no consiguen detectar algo así.
Eso que llevo unos 15 más de repuesto.
Ahora no se como acudir al centro de la ciudad. En el interior del aeropuerto
hay infinidad de puestos con todo tipo de folletos y publicidades. Uno
no sabe por donde empezar. También hay unas cabinas telefónicas desde
las que se puede reservar alojamiento y hasta te vienen a recoger al
aeropuerto de forma gratuita. Los precios medios más baratos, rondan
los 20 $.
¡Como duele pensar en la nueva diferencia de precios y cultura! Sin reservar
nada me dirijo a la salida en un día soleado con algo de viento. No
hace falta usar manga larga en febrero ¡Que bien!
El centro de la ciudad,está a unos 12 Km. de distancia. Lo más económico
como siempre, es el autobús de línea, aunque por aquí también hay los
llamados pickups, unas furgonetas de más de 10 plazas con
remolque trasero para los equipajes, que realiza paradas en todos los
establecimientos hoteleros, previamente reservados por los
pasajeros.
En la parada de autobús en la que espero, conozco a un asturiano de unos 40
años con sombrero de cowboy. Sospecho que es homosexual por alguna débil
gesticulación facial, su floreada camisa o por el inicio del festival
de gays y lesbianas de Sydney ( Mar di Gras). Mi nuevo paisano de
nombre Álvaro me comenta que estuvo en un par de ocasiones anteriores
en la ciudad.
Decido coger el furgón junto a él por 8 $ a modo de inversión ya que
me interesan sus recomendaciones en primerísima persona. De camino al
centro me explica que en esta ocasión ha venido para conocer el
carnaval tal y como ya había imaginado. Me pregunta si soy homosexual
a los pocos minutos de conocernos. Respetuosamente le respondo que
no. Espero que no tuviese ninguna esperanza puesta en mi. Otros lo
intentaron anteriormente sin resultados,como el caso de un señor bien
situado y educado de unos 50 años que conocí varios años atrás antes
de entrar a la escuela mientras hacia tiempo al inicio de las clases.
El osado personaje llegó inclusive a ofrecerme dinero por ir junto a
él a un hostal cercano a la plaza Cataluña, en pleno centro de
Barcelona, zona por la que existen multitud de chaperos y buscavidas
procedentes de las más diversas nacionalidades. La técnica de contacto
que emplean es la de esperar en un banco, a que se siente alguién en
el que el juego de miradas cómplices hablen por sí solas. Siendo un
crío recuerdo la conversación con ese que lo intentó, hasta que su
persistencia llego a tal punto que de las palabras paso a toquetearme
la mano con todo tipo de piropos persuasivos de convencimiento con los
que opte por no darme a la fuga y aprender algo de una forma de ver
las cosas diferentes a la mia mediante mi intrépida curiosidad. Su
elegante traje y corbata a modo de camuflaje no delataban en absoluto
sus intenciones, al igual que su reluciente anillo de casado que
podría llevar a la más absoluta confusión a más de uno. Durante la
charla ( como si de un pacto de paz se tratara) entre dos bandos
enemigos, el amable caballero de riguroso periódico bajo el brazo,me
explico que en esta vida hay que probarlo todo. Que uno no sabe lo
que se pierde hasta que no prueba cosas nuevas. Sin oponerme a sus
ideas,faltaría más intente hacerle recapitular que no tenía nada que
hacer con el que no piensa igual a él con lo que tras un par más de
intentos fallidos en su constancia por llevarme a su terreno le deje
solito en el mismo banco. No se que tipo de energía desprendo entre el
colectivo de homosexuales, a saber de entre las demás experiencias que
me sucedieron a lo largo de mi vida. Recuero también a otro que me
metió mano de entre un tortuoso trayecto de autobús del que tuve que
apearme por ser acosado en más de una ocasión por otro tipo que
aprovechaba cada frenazo súbito del transporte para rozarme mi
trasero. También al salir de una película de temática gay en la
filmoteca de Barcelona en el que fui convidado a un café por un
respetuoso colombiano que llego a pensar que por el mero hecho de
asistir a la película penso que no me tiraban para nada las mujeres.
En fin retornemos al país en el que estamos para continuar explicando
datos de la ruta, mi ruta.
El trayecto hasta el centro es corto e interesante urbanísticamente
hablando. Se nota la merecida fama con la que cuenta Sidney en cuanto
a su aspecto
limpio y ordenado.Da la sensación de ser una ciudad jóven.Y lo es,
pues a finales del siglo XVIII Australia en sus inicios era descrita
como una tierra lejana y poco atractiva para el asentamiento europeo,
pero para Gran Bretaña tenía un valor estratégico, especialmente
después de perder las colonias americanas. En 1787, el capitán Arthur
Phillip de la marian Real partió de Porstmouth, Inglaterra, con la
primera flota. Los once barcos transportaban un total de 759 presos.
Phillip llegó a la bahía de Botany el 18 de enero de 1788; allí se
encontró con uno de los mejores puertos naturales del mundo. En este
punto levantó la primera colonia europea el 26 de enero (hoy se
conmemora como el Día de Australia). Sydney fue el nombre del
asentamiento; se puso en honor del secretario del interior británico,
Lord Sydney, encargado de los planes de colonización. Por otra parte
se solucionaba el problema del gran número de convictos que poseía en
sus prisiones. Los suministros de comida procedían principalmente de
la isla de Norfolk, a casi 1.600 km de distancia. Después de 1825 la
isla funcionó como prisión de convictos que incumplían las leyes
coloniales; a partir de 1856, se convirtió en hogar de los
descendientes de los amotinados de la Bounty, que por entonces eran
demasiado numerosos para la isla Pitcairn. Asi no es de extrañar de
que con tan rapida colonización no vea durante mi llegada ningún
rostro aborigen por el camino. Como siempre los auténticos habitantes
no están visibles en el punto más estratégico del inmenso país.
Llegamos a King Kross, barrio jóven y de lo más barato para el
visitante. Álvaro tiene reserva en un pequeño hotel donde se alojó
durante su última visita. Acepto
encantado en acompañarle a visitar el establecimiento por si fuera de
mi interés,aunque lo que realmente me interesa no es el lugar sino la
nueva compañía que dispongo a modo de ahorrar mucho tiempo en el
factor búsqueda de cualquier información, sin olvidar que alguién de
la misma tierra es siempre una grata compañía. Ni tan siquiera
dispongo de una guía orientativa y no pienso comprarla, puesto que
como casi siempre, prefiero utilizar la boca y los consejos de la
gente que cruce a mi paso,sea para buenas o para malas
recomendaciones, ahi radica la importancia de descubrir los lugares.
Esperamos juntos en el hotel para ver la habitación mientras me
entero de que tiene 48 años, sin aparentarlos en absoluto y que es
delineante en el Ayuntamiento de Gijón. El hotel es muy correcto en
comparación a los de Asia y el precio de unos 20 $ ajustado en
comparación a lo que aprecie de los folletos de
información del aeropuerto. Ocupamos la misma habitación en la que
empezamos a desempacar cada uno lo suyo. Mientras Álvaro se toma una
ducha en el lavabo comunitario, me fijo en todas las camisas floreadas
y potingues de cremas y demás que ha dejado sobre la cama. Es cierto
eso de que los gays se cuidan mucho el aspecto estético a juzgar por
las marcas y detalles que observo.
Sin ser todavía mediodía descansamos un par de horas antes de ir a dar
una vuelta por los alrededores del barrio que también parece la zona
más alternativa de la ciudad, por la multitud de tiendas para adultos,
albergues gigantescos de buenos y coloristas grafittis por sus
paredes,restaurantes diversos etc.
Paseando hasta las centricas avenidas de la ciudad empiezo a notar un
mayor ambiente de cara al festival, que mañana tendrá su máxima
expresión, al ser el día grande o oficial.
Compro algo de comida en un supermercado ya que durante los próximos
días podría estar todo cerrado debido a la festividad. En la mayoría de
hostales te puedes preparar la comida en cocinas comunitarias.
Mi nuevo compañero de pelo canoso parece una muy buena persona con mucha
sensibilidad. Mi primer día junto a él ha sido un verdadero placer.
Es de noche y hace falta ponerse ropa de manga larga debido al
descenso soportable de la temperatura.
Sábado 6 de Febrero “Mar di Grass”. Acudo junto a Álvaro al centro de
la ciudad, situado a poco más de un cuarto de hora caminando desde
King Kross.En la calle Liverpool hay varios restaurantes españoles
bien situados.
Me hace mucha gracia al ver el cartel del “Spanish Club”, un
enorme restaurante de varios pisos, en el que realizan espectáculos de
música flamenca bajo las ondeantes banderas de España y Australia, al
exterior del edificio.Entramos para ver el ambiente. Se trata de gente
mayor, en su mayoría
jubilados, muchos de ellos de origen español. Conocemos al gerente
del local. Es un agradable sevillano que lleva varias décadas por aquí. Me
enseña la foto del rey y demás famosos españoles que se pasaron por su
restaurante como si de una embajada se tratase. Le comento como está
el tema de trabajo en Australia. Sin visa de trabajo es difícil por lo
que me comenta, aunque de fregaplatos no suele haber problemas- añade.
Sin necesitar a nadie por el
momento en su local me recomienda que acuda más tarde a otro
restaurante español en el que puede que necesiten algo de ayuda. Junto
a Álvaro y ahora en presencia de un andaluz me siento como en casa,
olvidándome por momentos de la tremenda distancia que me separa a
ella. La puerta del local se abre cuando aparece el que es un
guitarrista flamenco peculiar. Es el primo de la gran Carmen Amaya. La
historia de su vida, al más puro estilo de las películas de Alfredo
Landa me hace pensar que todas esas películas de la época,
ridiculizadas por el gran público joven, mantienen algún vínculo real
de lo que a varias personas les sucedió.
CORREGIDOOOOOOOOOOOOO
“…Hace ya muchos años teníamos contratados varios bolos por la
península cuando en uno de ellos
,concretamente en Torremolinos conoció a una joven rubia finlandesa
con la que finalmente se caso. Ahora da clases de guitarra en las
afueras de Sydney.Asimismo me cometa también que en sus inicios en el
país trabajo en restaurantes de la zona donde conoció a Paco de Lucía
del que me comenta que todo lo que aprendió sobre guitarra fue a base
de palos y medio obligado mientras sus amigos jugaban a la pelota
tras la pared de su casa. También conoció en persona al mismísimo Rock
Hudson del que dice era un gay total,de aspecto impecable y con
nombre real español por su ascendencia .Siempre andaba camuflado bajo
unas oscuras gafas para que no le reconociesen. También es amigo
íntimo de Arturo Fernandez, del que no sabe siquiera la fama que tiene
en España.Le pido el telefono de contacto para un posible reportaje
que se me acaba de ocurrir sobre españoles en la la otra punta del
mundo.
La lluvia continúa mientras continuamos esperando en el interior
del acogedor local.Tras amainar un poco el agua nos dirigimos al
siguiente restaurante recomendado en donde nos podrán ceder un buen
lugar para ver el festival. Al entrar en el restaurante de Raquel, una
madrileña que vino a hacer fortuna a Australia, preguntamos por ella.
Han plagado la cocina y se encuentra junto a los empleados y
familiares comiendo. Les comentamos que venimos en referencia del
Spanish Club para ver si en cuanto se inicié el festival nos puede
ceder un sitio para verlo. No resulta ser muy amable. No sé si por
estar en plena comida o que pero nos responde que no hay problema pero
que será difícil ya que en la entrada se amontonarán multitud de
personas que lo imposibilitarán. No me cayo muy bien la dichosa Raquel
y obesa hija como para preguntarle por trabajo.
La lluvia no para de caer, con lo que se me imposibilita el poder
tomar algunas fotografías.A medida que va cayendo la tarde, el centro
se va llenando de personas cogiendo sitio a ambos lados de la vía. Me
despido de Álvaro para ir por mi cuenta en busca de algunas tomas y
para vender posteriormente algunos cuadros de Indonesia.
En alguna tregua que da la molesta lluvia durante la celebración del
festival, en el que se empiezan a reunir multitud de rúas por las
principales avenidas de salida fotografío a algunas lesbianas y gays
sin tener el consentimiento de algunas personas que parecen estar
molestas al retratarles. Me pregunto si estarán de fiesta o solo para
exhibirse.
Caminando calle arriba calle abajo, encuentro un pequeño puesto a la
entrada del pasillo de una galería, donde hay un argentino haciendo
tatuajes de henna. Le comento como está el tema para vender, respecto
a la policía. Por lo visto no hay problema si se es educado.Por el
resto no hay un solo alma vendiendo en la calle, a excepción de alguna
persona suelta vendiendo paraguas de colorines. Esos sí que sabían que
en el caso de que lloviese tendrían el producto estrella.
La multitud se coloca junto a las vallas protectoras para ver las
carrozas, con lo que mi presencia para la venta pasa por momentos
casi desapercibida. Durante un par de horas de trabajo en el que
aprovecho para hacerme un bocadillo vendo tan solo 3 cuadros a 20
$austr.cada uno. Por cada cuadro tengo para pagar un día de
alojamiento. Hoy por eso no pagué el hotel.Y es que hay que ser
estúpido para pagar por anticipado la habitación sin saber a que hora
se llegará tras la fiesta. La hora de salida en los alojamientos de
Australia suele ser a las 10:00 de la mañana, dos horas antes que en
España, con lo que me esperaré en todo caso a esa hora para ocupar de
nuevo la habitación. La ventaja que tengo es que todo el equipaje está
ya en la habitación de Álvaro.
Al vender los cuadros ,calculo que tengo para los 4 siguientes días
con lo que plego de seguir vendiendo debido a la poca cultura
callejera que se palpa por estas tierras. Ahora entiendo porque los
australianos se vuelven locos durante las fiestas en España.
Compro una botella de vino en un colmado y me adentro en el meollo
del gentío para ver la desfilada. El espectáculo de las carrozas es de
lo más cult, lleno de gays disfrazados unos, medio desnudos otros bajo
la lluvia que parece no molestarles en absoluto. Tras disparar algunas
fotos se me para la cámara debido a alguna gota de agua que ha
penetrado en el interior. Me quedo en blanco sin querer pensar que se
ha podido estropear de nuevo al igual que la anterior en Tailandia .
¡¡¡Maldita agua!!!!!, es el peor enemigo para una cámara. Me protejo
al cubierto de un edificio mientras retiro en primer lugar la batería
para que no se produzca un cortocircuito y empiezo a secarla con mucho
cariño y esperanza. Tras unos minutos de espera al darle cual calor se
daría a un hijo con frío,la cargo y me vuelvo loco de alegría al
comprobar que funciona de nuevo.¡¡Menudo susto me había llevado!!!.
Decido no utilizarla ni un segundo más mientras caiga una sola gota de
agua por muy débil que sea.
Satisfecho por la resurrección del aparato, la guardo en la nueva
bolsa rodeada de las telas de Indonesia y me dispongo a dar un gran
trago de vino para celebrarlo. Casualidades de la vida, tras ingerir
el líquido se me acerca una jóven de muy buen ver la cual me solicita
fuego para encender su cigarrillo. Me comenta que es de Canadá y que
ha perdido a sus compañeros cuando instantes después me comienza a
besar de forma frenética ante mi asombro. Esto si que es una
celebración en toda regla,jajajaja. Continúo hablando durante unos
instantes hasta que regresa su grupito junto al que parece ser su
novio enfadado. En ese preciso instante desaparezco por la ya
evidencia de que es su pareja y regreso al mismo puesto al comprobar
que ya se han marchado. Al regresar un señor me comenta la situación
que acababa de ver. Y me dice algo así como menuda juventud la de hoy
día. Fue una situación estrambótica al fin y al cabo.
Son pasadas las 21:00 momento de mayor auge de la fiesta. El
desenfreno de algunos se inicia ya. Las colas de los locales por los
que paso son tremendas, pudiendo ver a todo tipo de gays desde los
llamados bears peludos a esas mariquitas de playa afeminadas a más no
poder, pasando también a los llamados leathers y thais, estos últimos
lógicamente de procedencia asiática y de rostros aniñados con el
cuerpo totalmente depilado. Los llamados leathers visten con trajes de
cuero de lo más sugerente, que asustaría al más valiente en un pequeño
callejón oscuro y solitario si no se tratase de un carnaval. En el
interior de algún local que diviso desde la calle, se ven a todo tipo
de parejas besándose como si de un espectáculo porno se tratase. No me
dan ganas de entrar a ninguno de los locales por los que paso ya que
son todos de pago y el ambiente no es de mi estilo. Al acabar las
carrozas transito por la calle que lleva a los Estudios Warner, donde
se va a iniciar una macro fiesta con miles de personas en su interior.
Solo la entrada cuesta alrededor de los 100 $. Mientras empiezo el
botellín que agarré en el avión pasan un grupo de 4 amigos algo ebrios
y de gran tamaño, uno de los cuales lleva el culo casi al aire. Uno de
ellos se para a tomar un trago junto a mí. Ha venido desde Melbourne y
me dice donde hay locales normales de fiesta y gratuitos. Ellos se
dirigen a uno de ellos que no está muy lejos.
El local al que entramos tiene varios pisos con música electrónica.
Ojalá hubiese mejor música tipo rock. El enorme chico del grupo al que
me junté no para de invitarme a cervezas al saber que tipo de viajero
soy. Acudimos a un nuevo local en el que dejo la bolsa en el mostrador
y me siento por fin sin ningún tipo de atadura para poder mover algo
el cuerpo, que ya era hora. En la parte alta del local hay lo que es
el primer joven aborigen que veo borracho perdido con un gran
pendiente dorado en una de sus orejas. Me recuerda al aspecto sin
faltar de la imagen de típico gitano con pelo corto por adelante y
largo por atrás y ese pendiente característico en algunos de ellos.
Parece un buen tipo mientras se mezcla con el resto de la gente
blanca. En España se vería extraño el hecho de ver a un gitano en un
local de esos modernos.imagino que los porteros ni lo hubiesen
permitido con la mierda esa de Reservado el Derecho de Admisión.Junto
al joven aborigen se encuentra su madre también borracha perdida y sin
parar de reír. Al presentarme me mete otro beso en los propios morros
a modo de bienvenida. Sinceramente preferí el beso de la canadiense.
Parece que sea normal por aquí que sea la hembra la que bese el morro
del hombre.
Acabamos en otro local, en el que me doy cuenta de que tras tantas
invitaciones a cervezas parece que haya algo que intercambiar.
Mientras el compañero acude al lavabo aprovecho para perderme por la
pista durante un rato antes de marcharme del local.
Son solo las 6:00 de la mañana y continúa la fiesta. Tengo tanta
hambre que me permito comprar un bocadillo en uno de esos locales
abiertos 24 horas para no esperar a hacérmelo en hotel. Son las 7:00
de la mañana y pruebo de colarme en el hotel. Al timbrar a la puerta
me abre un nuevo recepcionista al que no había visto al día anterior
con lo que me hago el tonto sin decir nada y me dirijo a la habitación
en la que ya se encuentra Álvaro descansando. Me comenta “menudo
festival “antes de acostarme rendido en la cama que me salió gratis
por hoy.
Sobre las 12:00 de la mañana llega un nuevo inquilino a la habitación
para ocupar la cama en la que me encuentro. Deshace su equipaje y se
marcha, permitiéndome dormir en la que ya es su cama. Que pena que
hayan metido a otro inquilino en la misma habitación que ya no podré
ocupar de forma gratuita mientras permanezca el asturiano.
Nueva jornada en la que me toca pagar habitacion.Concretamente una
habitación enterita con televisión y neverita para mi solo.Asi si que
da gusto pagar los 20 dólares australianos que cuesta.Tras el
confortable descanso de un par de horas me avisan de que la habitación
está reservada para un inquilino que llegará el mismo día ,quien la
ocupa pagando más por no tener ninguna compañía ajena.Menuda pena
dejar tan reconfortable habitación.No quiero pensar ni lo que debe
costar ocupar una habitación de mayor tamaño con algún pequeño lujo
como si de un mini apartamento se tratase y para una sola persona.
Mi nueva habitación la comparto con un ingles de unos cuarentay tantos
años,quién se encuentra leyendo relajadamente desde la cama
superior.Nos presentamos y comenzamos a charlar sobre nuestras
situaciones.La suya en concreto es la de que trabaja en un bar y en un
establecimiento durante medio año para el resto del año acudir junto a
su mujer de Laos y su pequeño de corta edad.Con lo que gana en medio
año por aquí se pasa otro medio en Laos junto a su nueva
familia.Instantes después de la conversación me acompaña a una pensión
en la que hay un tablón de anuncion para trabajos en hosteleria.No hay
mucha oferta a día de hoy.Solo se ven anuncios para compartir gastos
de viajes a otras partes del país.
Aprovecho ya descansado para acudir caminando hasta el centro a traves
de grandes avenidas ordenadas antes de llegar a Hyde Park y a la
archiconocida ópera de Sydney donde tomo las fotos obligadas desde
diferentes ángulos.Se nota que es la zona más turistica de todo
Australia,junto al embarcadero donde se toman los diferentes ferrys
hacia otras zonas de los alrededores.Camino sin parar durante horas y
horas llegando incluso a cruzar el tramo total del enorme puente desde
el que se divisa buenas vistas de toda la ciudad.Agotado por hoy dejo
parte de lo que me queda por ver del centro para el próximo día ya que
está anocheciendo ,momento que aprovecho para disparar alguna
panorámica desde lo alto del puente.
La nueva visita por el centro de la ciudad me hace empezar en una
agencia de trabajo temporal ,en la que no me prestan mucha ayuda por
lo que aprecio.Aprovecho para hacer internet desde la oficina con la
excusa de buscar una direccion que ni me anote.
Continúo adentrandome por las galerías Victoria, que da nombre al
estilo de las mismas.Su estilo es puramente ingles.Está compuesta de
unas 3 plantas de forma muy alargada y con un gran reloj de figuras en
movimiento en su centro.Vitrinas de cristal coloreado como el de las
iglesias y barandillas y materiales diversos de madera.También es muy
vistoso los rótulos con el nombre de cada tienda.
Junto a la proximidad de las galerias paro a tomar un café en un bar
sencillo cuyo gerente me reconoce el acento y me comenta que es de
Asturias.Le pregunto cuanto tiempo lleva y me responde que mas de 40
años.Aprovecho para pedirle ayuda en referencia al trabajo que
busco.Me dice que el no puede ayudarme ya que le sobra ayuda más que
le falta.Me ha caído bien y se nota que es sincero.Me invita al café y
me despido agradecido de un compatriota que aunque ande por estos
lares lleva su patria en el alma tal y como me explica.Que pena le
debe dar cuando recuerda su juventud y a su familia a la que puede
visitar imagino cada tantos años.
Conozco la zona de Chinatown compuesta de una sola calle principal sin
mucho encanto.En una de esas tiendas que aprecio de segunda mano
pruebo a vender la cámara pequeña y antigua reflex que llevaba para
emergencias aunque sin mucho éxito.
Caminar durante una jornada unas 8 horas se hace algo habitual aunque
también tiene sus momentos exhaustos,con lo que decido hacer algo
extraordinario como es coger el transporte público hacia King Kross,no
sin antes pararme a escuchar a un guitarrista del que alucino al darme
cuenta de que está tocando versiones de Neil Young en el ambiente
urbano que más lo asocio como es la entrada al metro .No lo hace nada
mal y solo por un puñado de míseras monedas que veo que le han caído
en media hora.No me atrevo a darle ninguna de las pocas monedas de que
dispongo ya que no se cuanto me sale el billete hasta mi zona y ya me
conozco la famosa ley de Murphy en la que por ayudarle a él me
fastidio yo sin poder alcanzarme a coger el transporte.No sería la
primera vez que me sucedería algo así.
Dos dólares es el precio que me cuesta el billete.Al llegar a la
pensioón me encuentro a uno de los inquilinos fijos por aquí.Es un
francés de unos 50 años de Lyon que también busca trabajo.Me comenta
que en Melbourne es mucho más fácil que por aqui.Viste con ropa de
andar por casa y me invita a un café mientras me enseña recorridos que
ha realizado por el país.
Le comento mi situación y acabo vendiendole un par de cuadros de
Indonesia .No se si me los ha comprado por ayudarme algo o porque
realmente le gustaban ,cosa que no note en exceso en su mirada.
No se que hacer .Sydney está visto y no quiero perder más tiempo por
aquí pendiente de un trabajo.Imagino que lo más fácil es trabajar en
poblaciones más pequeñas recogiendo fruta de cualquier tipo.
Me informo de salidas y precios dirección Melbourne.El precio es
inferior al que me esperaba unos 40 $ aus por un trayecto de 12 horas
junto a un flyer de un alojamiento con desayuno el 1 día.Quedan 2
horas para la salida,hay alguna plaza todavía y está a punto de
anochecer con lo que decido salir a la nueva ciudad de forma
precipitada.Regreso al hostal en el que no pagaré la nueva noche ya
que aprovecharé a dormir en el bus de dos plantas en el que finalmente
y para mi sorpresa no está casi nada lleno con lo que ocuparé varias
plazas para descansar lo mejor posible.En una de las paradas que
realiza para repostar veo el monumento del gran merino ,una oveja
típica de australia algo más gorda de lo normal.La pequeña población
no tiene absolutamente nada interesante excepto la estatua más grande
del mundo de la ovejita y una emisora tipo country junto a la tienda
de ropa que forma parte la estatua de unos 8 metros de altura.Parece
que les encanten estos tipos de records ,absurdos, pero que al fin y
al cabo hacen conseguir el objetivo que busca una pequeña población
,como es el hecho de que se les conozca por algo.La temperatura
nocturna por aquí es mucho más baja que en Sydney.
LLegada a primerísima hora de la mañana a Melbourne, donde los
primeros rayos de luz iluminan la nueva ciudad.Nada más bajar del
vehículo algunas personas recogen a gente en dirección al alojamiento
pertinente.Para el centro que busco no hay transporte,lo que me da
rabia hasta que averiguo que el motivo es porque el establecimiento se
encuentra a tansolo unos 400 metros.De nombre All Nations,debido a las
diversas nacionalidades de la gente que acude por aqui ,me hace
observar mientras realizo la reserva las varias plantas que ocupa el
edificio.Es realmente enorme para tan pequeña entrada en la que una
enorme bandeja de fruta al recién llegado.Quedan varias horas para
ocupar la habitación por el check in,aunque eso no es motivo para que
no me den habitación.En Sydney eso hubiese sido más difícil.
Aprovecho para descansar unas pocas horas en la habitación que me
pertoca en la que varias cabezas asoman en las demas literas ocupadas
de la habitación.Recompuesto tras unas horas de acomodamiento más
confortable que los asientos del autobús inicio la visita a la ciudad
a través de los tranvias gratuitos que recorren todo el sector centro
de la ciudad.El sistema de transporte gratuíto es original ya que solo
bordea toda la zona centro en un recorrido cuadriculado.Parece una
ciudad muy ordenada,de gente y ambiente más jóven que Sydney.Para mi
desgracia averiguo que el festival Moomba de Melbourne acabó el día
anterior a mi llegada.Que rabia me da que haya coincidido con el Mar
di Gras de Sydney.Pruebo igualmente de vender algún cuadro en una zona
próxima a unos grandes jardines en el que multitud de personas
practican piraguismo por el rio que lo atraviesa y donde algunos
operarios acaban de desmontar los escenarios del festival ya
finalizado.En unas cuatro horas vendo un solo cuadro,lo que me
permitira pagar la siguiente noche de alojamiento y
manutención.Finalizo mi primer día de visita a la ciudad cruzando a
pie alguna calle céntrica en busca de algún supermercado en el que
comprar algo de comida para prepararla en la cocina del hostal.Sin
mucho hambre como de costumbre ya que soy de esos que prefieren picar
varias veces al día acabo preparando dos sobres de nodlles tan
característicos y baratos para el viajero de estas latitudes. En España
no se siquiera si existen esos sobres de pasta pra calentar con agua
para tomarlo como un caldo con sus especias. El precio de cada porción
es de 0.5$ solamente. Acabo en el bar tomando la cerveza gratuita
de bienvenida con la que te obsequia el establecimiento. La mayoría de
la clientela del contiguo bar perteneciente al mismo hostal, esta
repleta de inquilinos del mismo centro. Conozco a un alemán de esos
rubios a más no poder que también viaja solo por Australia y a un par
de japonesas y americanos deseosos de beber una cerveza tras otra.
Busco anuncios en prensa para trabajos pero parecen serios,con lo que
imagino que solicitaran la visa de trabajo en la mayoría .En el tablón
de anuncios del hostal pocas ofertas laborales. Un anuncio indica de
informarse en una oficina del edificio para tramitar las visas
pertinentes tras previo pago de 150$. Prefiero evitar este pago
y continuar aunque sea vendiendo algún cuadro que otro para sufragar
los gastos básicos del día a día.
Sin tirar 150 dólares de menos en la cuenta ,camino por el centro de
la ciudad a ver que se cuece. Busco anuncios por las farolas en busca
de alguna oportunidad,pero por aquí la publicidad en farolas y paredes
son más para espectaculos que para trabajo.Mientras descanso en un
banco observando a los transeuntes se sienta junto a mi un señor de
cierta edad al que le expongo mi caso tras un rato de dialogo.Procede
de India tal y como lo testifica la fotografía de una de sus nietas de
profesión modelo en India (donde se meterían mujeres como esa cuando
esstuve por allí) aunque tiene toda su vida montada por aquí,aunque
ahora está ya jubilado. Está relacionado con el sector de la hostelería
y sorprendentemente me hace acompañarle a un bar cafetería en donde me
convida a una bebida y a un par de empanadillas sabrosas con algo de
picante.Me da su teléfono de contacto para llamarlo en un par de días
para un posible trabajo en la cocina de un contacto suyo. Más animado
que a tan solo una hora anterior veo la ciudad de otra manera. Averiguo
en pleno centro y de casualidad un centro de ayuda en donde se puede
dejar equipaje sin pagar aunque sorprendentemente hay menus de comida
a precios nada regalados. Camino alrededor de los paseos junto al río
atravesando el diminuto barrio chino junto a edificios modernos de
negocios. Los callejones por los que atravieso son al más puro estilo
de películas americanas de grandes urbes como Nueva York. Con algo de
hambre me paro como excepción en una hamburgesería de cuyo nombre
prefiero no mencionar por la evidencia en donde resultan hacen una
oferta idónea para gente como yo.La oferta es una promocion de que hay
un 33% de posibilidades que al pedir un menu salga un premio seguro en
alguno de los productos típicos.Sin llegar a pedir el menu abro el
papel de un vaso de refresco en el que para mi sorpresa pone
hamburguesa con queso gratis.Espero en otra mesa a que se vayan los
clientes que ni siquiera abriron el papelito insertado en la tapa del
refresco y las patatas en el que para mi 2 sorpresa hay un 2 premio de
unas patatas gratis. No me lo puedo creer de tres papelinas me han
tocado una hamburguesa y unas patatas.Mucha gente parece no haberse
enterado de que hay dicha promocion de productos gratuitos.La oferta
de productos gratuitos dura hasta dentro de un mes con lo que me veo
comiendo en parte gratis durante las próximas semanas .Con el estomago
más lleno acabo la jornada acudiendo a una feria de turismo cercana en un
pabellon ferial junto a un gran parque cercano. La feria consta de
varios expositores de países cercanos como Nueva Zelanda donde
contemplo unas fotografias de naturaleza extraordinarias que espero
verlas en directo en unos 2 o 3 meses. De regreso al hostal paro
nuevamente a sentarme en un banco donde contemplo a la gente caminando
en busca de lagún bar donde pasar el inicio de la noche. Es Viernes y
esta algo animado pero no me dan ganas de salir. Se sientan junto a mi
dos jovencitas bien arregladas y de pequeña estatura con aspecto de
tailandesas a las que pregunto sobre su procedencia. Resultan ser de
Malasia y llevan muy poco tiempo por Australia en busca de trabajo. Al rato
se nos acerca un señor con un folleto sobre Jesús al que le comento
que ojala sea ese personaje el que nos ayude a encontrar algo de
trabajo. Me comenta entre risas que solo tengo que creer en algo para
conseguirlo y me llama a un numero de información donde me pueden
pasar más telefonos de información para mis propósitos.
En el bar del hostal donde acabo pasando parte de la velada
compartiendo algunas jarras de cerveza con compañeros de cuarto me
comentan que son fiestas en Adelaida,cosa que me motiva para acabar de
vender algún cuadro de forma rápida e idónea.Decido poner punto y
final a Melbourne en cuanto me levante al día siguiente.
Realizo el check out donde solo me han cobrado 10$ de los 40
que debía. No digo nada, como debería honestamente decir, pero tampoco
me sobra el dinero, que puedo necesitar para asuntos más importantes.
Los horarios hacia Adelaida son por la tarde con lo que aprovecho el
día para visitar el barrio de
San Kilda junto a un pequeño parque de atracciones junto al mar, que
contemplaron mis ojos a través de los folletos informativos que hojee
en anteriores ocasiones.Se nota que es un barrio más jóven debido
imagino a los precios más bajos del suelo inmobiliario.La zona de
playa no es nada especial y las calles son de lo más normalitas.
De regreso al centro de Melbourne, para recoger la bolsa y tomarme una
ducha que me es permitida fuera de horario, tomo el nuevo autobús
también en esta ocasión semi-vacío en el que me aguardan 11 nuevas
horas de viaje que aprovecharé para descansar ,ahorrandome el
respectivo alojamiento.
LLegada a la nueva ciudad australiana de Adelaida.Sin disponer de
ningún tipo de información donde alojarme busco alguna información en
la misma estación de autobuses.Al no permitirme dejar el equipaje en
la estación hasta que encuentre un establecimiento, me toca cargar
todo a hombros con la esperanza de no tardar mucho en encontrar
algo.Mientras camino por las calles completamente vacias de la ciudad
me voy cruzando con algún borracho de regreso a su hogar.Es síntoma de
que realmente hay fiestas donde espero poder trabajar algo.Comparo
algún que otro establecimiento ya que los primeros que localizo o
están completos o son algo caros.Finalmente encuentro una casa
particular reformada para hostal.Ocupo una habitación compartida con
dos chicas alemanas y dos camas más vacias.El propietario de la casa
tiene cara de poca cordialidad.Me sirvo el desayuno bajo su atenta
mirada como si estuviese pendiente de estar a la espera de que haga
algo mal para recriminarmelo.Me cargo la bolsa pequeña con los batiks
de Indonesia para comenzar la busqueda de un lugar en el que ponerme.
Mientras camino hacia el centro de la ciudad me percibo de la
estructura urbanistica de la ciudad.Grandes calles tipo avenidas con
edificios o comercios de un par de plantas de altura.Al llegar a lo
que parece una calle solo peatonal del centro me para para escuchar
alguno de los conciertos que se estan realizando.Destacable y
rememorable el concierto de unos irlandeses con faldas ,gaitas y una
especie de laud electrico tocando versiones de rock de una forma
curiosa.Acabo escuchando todo el concierto debido a que es un estilo
innovador que me agrada mucho.Tienen un cd a la venta que no me
permito comprar por el momento aunque me tienta comprarlo sin pensar
que sale al mismo precio que una noche de alojamiento.Tras el
concierto me acomodo en un banco de un gran parque donde realizan
algunos espectaculos circenses.No hay ningún vendedor ambulante,lo que
me hace estar algo inquieto.Sin problemas a la vista saco la mercancía
para mostrarla al visitante.Se que no tengo la mejor presentación para
el producto pero amontonando las telas sobre un plastico de forma
visible encima de la hierba ya reclama la atención y curiosidad de
algunas personas.No tengo idea de que precio poner.Imagino que variará
en función de la persona interesada.Unos 20 dólares australianos para
los bien vestidos y 15 para los jóvenes ,los que me regateen o al que
simplemente me caiga bien.Una hora sin vender un solo batik me hace
replantear si cambiarme de sitio o desistir por hoy.Al fin una señora
de cierta edad se interesa por las telas las cuales parece conocer
según me dice.Pasándolas una tras otra hace que otros vianantes se
interesen por el producto.Le vendo un par de cuadros a 30 dólares.Ya
tengo para otra noche de alojamiento y la comida.Un par de horas más
de trabajo me hace tirar para 4 días más.Me verifican varias personas
que hoy es el último día de las fiestas en Adelaida ,lo que me hace
estar alguna hora más trabajando ya que sin fiestas el volumen de
ventas disminuye en picado.Porqué la gente comprará más durante las
fiestas.Estar predispuesto a gastar dinero no tendría que reservarse
unicamente durante las festividades populares o cualquier otra
índole.He conseguido reunir dinero para aguantar una semana de forma
tranquila.Prefiero ir vendiendo de esta forma a medida que voy
recorriendo diferentes lugares que no establecerme en un solo destino
para realizar un trabajo estático.A falta de un par de horas más de
luz ,recorro la transitada King William Street para contemplar algún
que otro espectáculo humorístico o musical.Un dato de interés para el
viajero en Adelaida es que existen varias líneas de autobús gratuitas
para promocionar las conexiones por el centro de la ciudad.
Por la noche en el hostel no hay casi ningún inquilino en el salón
-comedor para ver algúna película por televisión.
Averiguo un hostal más barato ,más grande y con muchos más inquilinos
de temprana edad.Esta situado en Cannon street junto a la estación de
autobuses .Como diantres no lo vi cuando llegué a la ciudad.Me hubiese
ahorrado una caminata considerable.Me instalo en un cuarto con unas
seis personas más ,en su mayoría ingleses.La mayoría de la gente del
hostal está a la recerca de algún trabajo en el campo.Me informan de
que es bastante fácil conseguir un trabajo por la zona.Poco a poco voy
intimando con un grupo formado por Sarah una joven inglesa de 22 años
algo alocada y hippy, Mark un chico de Manchester de 34 años,Steve de
Birmingham con 24 años y GJoey un jóven japones algo peculiar.Por la
noche en el hostal se organizan actividades como torneos de ping pong
,el cual gano obteniendo una pizza de regalo.El albergue dispone de un
bar propio en el que tomo alguna cerveza junto al nuevo grupo en el
que me he integrado.La mayoría del grupo se pasa el día en el hostal
ya que conocen la ciudad al llevan varios días en ella a la espera de
obtener un trabajo.Aprovecho para visitar la cercana población de Port
Adelaida situada a unos 10 Kilómetros de distancia.Nada más llegar me
meto de cabeza a un puesto de información turístico para ver que hay
de interés ya que me da la impresión de que realmente no hay mucho que
ver.Minutos más tarde atentido por una de esas viejecitas típicas con
aspecto de bonachona me cerciono de que no hay casi nada de
interés.Una pequeña zona portuaria de carga ,donde acuden delfines que
no veo y un sencillo y pintado faro rojo.Camino en dirección a la
playa situada a unos 3 kilómetros de distancia.A veces es interesante
detenerse en zonas sin atractivo para el visitante para darse cuenta
de que hay muchos más lugares para visitar ,aunque estos no salgan ni
en las guías.Si en algo me doy cuenta en mi andadura por esta zona
sería de que lass casas parecen ser de segunda residencia con lo que
tambien puedo apreciar otro estilo de vida muy parecido a mi forma de
verlo a España.La zona de playa es normalita aunque la vegetación
mejora mucho a la zona de costa.Mientras camino de regreso a la parada
de autobús unos jóvenes me invitan a tomar una cerveza en el jardín de
su casa.Están haciendo mudanzas.Hablandoles de mi periplo por Asia me
explica uno de ellos que al igual que mi amigo Luís también contrajo
malaria por unos días.Me comentan también que en los próximos días se
celebra en la misma playa un campeonato de cometas conocido en dicha
población.
De noche en el hostal el grupo me comenta que la busqueda laboral
les ha hecho perder algunas monedas y tarjetas telefónicas .Les
entrego varios anuncios recortados de revistas que he ido
acumulando.La mayoría son de recogida de fruta.
A través de un folleto me entero de la existencia de uno de los
parques o reservas de animales en libertad más importante de
Australia,el Clealand Wildlife Park.Su importancia radica en la
preservación de especies en peligro de extinción como los
archiconocidos Koalas o los wombats o diablos de Tasmania,sin
olvidarnos de los diferentes tipos de canguros como el rojo o el azul
de aspecto algo mas pequeño al conocido por todos.Alquilo una
bicicleta para acudir hasta el parque situado a unos 40 kilómetros de
distancia.Tres horas de recorrido me hace acercar a una zona forestal
con muchos pinares de aspecto mediterráneo aunque de mayor tamaño y
altura.La entrada al parque sale por unos 8 euros al cambio.Siguiendo
el mapa del parque me acerco hasta la zona en la que habitan los
Koalas.Veo el primer Koala de mi vida y me hace gracia pensar que más
de uno habrá hecho miles de kilómetros para ver a estos marsupiales
tan estáticos y protegidos a la sombra sin casi moverse a excepción de
cuando recogen alguna rama de eucalipto que forma parte de su
principal dieta.Realmente parecen muñecos de peluche,sobretodo las
crías de aspecto mucho más pequeño y gracioso con su color grisacio y
su nariz que parece ser de plastico negro y suave.Mientras les observo
una de sus cuidadoras saca a uno en brazos ,momento que aprovecho para
acercarme y poder tocarlo y sobarlo para saciar la curiosidad de saber
lo que se siente al tocar a un ejemplar de animal en vias de
extinción.El tacto al tocar su pelaje es muy suave.Sin querer paso mi
mano por su cabeza hasta que la cuidadora me avisa en tono alto de que
eso no es bueno para el animal.Me quedo con la duda de porque se le
puede tocar todo el cuerpo y no la cabeza,en fin alguna lógica algo
absurda habrá.Me tomo la foto típica y obligada solo junto al
animal,sobretodo al saber que en la proximidad al terreno en el que me
encuentro los visitantes deben abonar unos cuantos sólares más para
tomarsela junto a un decorado de fondo con dibujitos tontos montado
para el turista .Continúo la visita por el parque en el que la
multitud de canguros me hace dar cuenta de que no estan realmente en
libertad.El motivo,estan totalmente parados,sin poder ver realizarles
esos saltos de libertad de varios metros de distancia.Están totalmente
acostumbrados a la presencia de los humanos ,los cuales les dan comida
comprada en el mismo parque.Uno de los canguros a los que me acerco a
máss no poder está sentado a la sombra en una postura muy cómica ya
que tiene las dos patas delanteras cruzadas en aspecto similar a la de
una persona sentada de brazos cruzados.Otro de los canguros esta
chupando las pocas gotas de agua que brotan de un surtidor destinado
para el riego.En la zona de los canguros hay multitud de emus,esas
aves muy parecidas al avestruz pero de color más oscuro.Me acerco con
algo de respeto hata un par de metros para fotografiarlas ,su mirada
amenazante me hace tirar hacia atrás para evitar su más que posible
picotazo.Continúo el recorrido con los diablos de Tasmania.Hay un par
de ejemplares muy activos y sonoros a través de sus fuertes rugídos
malvados que hacen honor a su nombre.También hay wallabies y
wombats,XxXXxXxXxxxxXXXXXXXXXXXXXX DECIR QUE TIPO ANIMAL ES
,cuerpos espines enormes ,pelícanos y reptiles completan el resto de
animales del parque que en conclusión me ha merecido la pena su visita
al ver en conclusión que en definitiva los animales están más en
libertad que en cualquier parque zoológico.De retorno a Adelaida cruzo
por campos de fresas y viñedos.Al llegar a la salida de Adelaida
donde arrende la bicicleta pierdo el último bus en dirección al centro
con lo que no me queda otro remedio que caminar unos pocos
kilómetros.Al llegar al hostal los compañeros me comentan que es
posible que todos puedan trabajar en la vendimia a través de uno de
los anuncios que les pase.Me hace gracia probar el trabajo junto a
ellos con lo que en unos días me enrutaré a probar aunque no dispongo
de visa de trabajo como ellos que si la disponen al ser ingleses.
En nuestro último día en Adelaida acudimos a Gleneng,una población
costera de veraneo cercana ,la cual ya visité varios días atrás.Para
llegar a ella se puede tomar un tranvía de época por un 2 de dólares
con posibilades de retornar de forma gratuita si el regreso lo
realizas en un intervalo de menos de 3 horas.Los promotores del
tranvía son jubilados de la tercera edad ,quienes estan orgullosos de
poder dedicar su tiempo en la promoción de tan digno transporte.Las
playas no tienen nada que envidiar a las de Barcelona y en ella hay
multitud de personas realizando Kite surf,con un viento de fuerza
considerable para realizar tan hermosas maniobras acrobáticas.Nos
tiramos en la arena durante un rato y me imagino el frío el que debe
hacer en España en pleno invierno.Parece mentira que el clima pueda
afectar al estado de ánimo.Sin ganas de continuar en la arena tumbado
sin nada que hacer ,me voy a a dar una vuelta por el paseo marítimo
mientras observo alguna bonita casa costera de aspecto colonial
inglés.
A última hora de la tarde me encuentro de nuevo al grupo en la
estación de autobús de Adelaida ,donde tomaremos una línea regular
dirección Barossa Valley (zona vinícola de fama internacional ),donde
nos confirmaron la posibilidad de trabajo en la vendimia.A dos horas
de distancia y 10 $ aus. más pobre, se encuentra Tanunda,un pequeño
pueblo de paso.Hemos quedado en la gasolinera de la zona donde el
capataz nos vendrá a recoger.De golpe aparece un truck que para ante
nosotros .Es el capataz con gorro y aspecto de cowboy.Me siento como
si estuviera al más puro estilo tejano.Nos metemos todos en la
camioneta destartalada hacia la caravana en la que nos aloja.Unos se
montan la tienda de campaña y otros dormiremos donde podamos en el
interior de la caravana.Es de noche y la temperatura baja varios
grados.Recorremos las instalaciones de la fabrica donde se encuentra
la maquinaria que transforma la uva en vino.Tras la visita acabamos
tomando unos vinos de la casa Murray en la entrada de la tienda
oficina.Hablando sobre vinos sale la zona de la Rioja,la cual parece
conocer bien por pertenecer al gremio.Me hace gracia pensar que una
zona tan pequeñita de España es conocida desde la otra punta del
mundo.Unas risas entre vino y vino nos hace dar cuenta de que nos
gustaria ir a algún local con algo de ambiente pero el problema es que
nos encontramos en medio de la nada con lo que resulta algo difícil.
Nos despertamos al alba y comenzamos el trabajo a las 8:00 de la
mañana en cuanto llegan el resto de trabajadores procedentes de canada
y inglaterra en su mayoría.El trabajo obviamente es sencillo aunque se
necesita practica para hacerlo de forma rápida .Los primeros cortes de
los racimos de uva hacen gracia pero tras unas cuantas horas se hace
monótono y aburrido.Menos mal que se puede ir hablando con la gente y
tomar alguna que otra uva para refrescarse .Paramos media hora para
comer y continúamos el trabajo en el que me llevo un pequeño corte en
el pulgar con motivo de la competencia que hacía con uno de los
compañeros para saber quién
llenaba primero un cesto.Al acabar la jornada recogemos las
pertenencias para buscar un alojamiento en el que instalarnos.Acabamos
en un camping alquilando una caravana para los cinco.El precio sale
por 18 $ por persona y día .Le comento al grupo que lo veo excesivo
con lo que permaneceré solo unos días hasta que encuentre algo más
económico o en tienda de campaña gratis.Una vez instalados vamos a
comprar comida a un supermercado y a visitar un poco los alrededores
del pueblo.Realmente mientras caminamos nos damos cuenta de que no hay
nada que hacer en este pueblo,esto puede ser aburridísimo.Preguntamos
a unos jóvenes en skate si hay algún bar o pub por la zona y nos
comentan que solo hay un par.Menos mal que estamos en grupo para
divertirnos algo entre nosotros mismos.Son las 20:00 de la tarde y el
supermercado está cerrado.No tenemos nada de comida y solo hay un par
de restaurantes caros por la zona.En uno de ellos se anuncian todo
tipo de comidas alemanas,por lo visto hay una colonia alemana
importante en esta parte del interior de Australia.Le preguntamos a
uno de sus encargados donde podemos conseguir comida y nos responde
que no hay nada a estas horas .Nos dice que esperemos un minuto a su
vuelta con una barra de pan y unas salsas.Algo es algo aunque parece
más un detalle mísero que de ayuda si procede justamente de un
restaurante.Nos quedamos todos con hambre a la espera de un nuevo día.
Para ir al trabajo situado a unos 10 kilómetros debemos tomar un
taxi.Esto es un gasto considerable para tener que realizarlo de forma
diaria.Desde luego en Australia si que es idóneo tener un transporte
propio ya que las distancias para cualquier cosa o destino son siempre
más largas a las acostumbradas.Rutina y monotonía son las palabras que
más definen a la vendimia.Por las tardes no hay nada que hacer más
que dar alguna vuelta por la única calle del centro del pueblo
mientras se cruza por algunas de las pequeñas iglesias cristianas en
las que un cartel deibujado de Jesucristo en la cruz advierte con un
grande texto Recuerda :Jesús murió por ti.Desde luego no entiendo como
se pueden ser tan descarados de anunciar algo así.¿Será para dar
esperanza a una zona de alta tradición evangelica que igual está
perdiendo fieles a medida que pasa el tiempo?.Imagino que la población
por aquí irá decreciendo con el paso del tiempo.La sensación que me
invade por momentos en esta zona es la de soledad y tristeza.Me siento
algo nostálgico de estar alejado de los mios pero al mismo tiempo
considero que es bueno valorar estos momentos ya que si algo se seguro
es que no podría permanecer mucho tiempo aquí por cuestiones de
personalidad.Me sentiría estático y deprimido.
A razón de unos 80 $ diarios finalizo la semana sin nada en que poder
gastarlos.Acudimos al pequeño bar de estilo escocés para tomar algunas
pintas y acabar en el camping en el que conocemos a otros visitantes
de la zona ya sea por trabajo en otras empresas agrarias o viajeros
que están de paso.Un fin de semana realmente vacio a excepcion de
caminar por alguno de los valles de la zona.En el inicio de la nueva
semana el capataz me pregunta acerca de la visa de trabajo .Le
respondo que no dispongo de ella y me comenta que a final de la
jornada me dirá si puedo continuar con ellos.Por lo visto hay varias
inspecciones lo que les puede ocasionar multasconsiderables e incluso
el cierre de la fábrica.Al no estar expuestos a arriesgarse me
comunican que no puedo continuar en el trabajo.A decir verdad no me
preocupo lo más mínimo.Poniendo fin a mi estancia en Barossa
increiblemente el grupo tampoco está satisfecho con el trabajo.Entre
los transportes ,alojamientos y demás no sale tan a cuenta y eso sin
olvidar que no hay relamente nada que hacer en la zona.Todos abandonan
el trabajo al día siguiente de forma voluntaria.El día de más no
pagado me comunica que me lo enviarán por correo .Imagino que se
despreocuparan al no haber firmado ningún tipo de papeles.Aprovecho
para recoger un último racimo de uva en espera de que me dure varios
días.
Tomamos de casualidad el último bus de retorno a Adelaida.Mientras el
grupo duerme en el interior del caluroso vehículo que no dispone de
aire acondicionado asimilo lo bonito que es el haber conocido a un
grupo de diferentes nacionalidades,personalidades y edades para viajar
en busca de unas metas y experiencias personales enriquecedoras que me
hace comprender lo valioso que es compartir en definitiva el momento
presente que uno vive.Es por esto que el tiempo que más valoro en la
vida es el presente y no el futuro,en todo caso un poco el pasado para
mejorar mi futuro como persona.Al llegar de nuevo a Adelaida se
instalan de nuevo en el mismo hostal.No deseo permanecer más tiempo en
la ciudad con lo que me permiten dejar las bolsas en un cuarto a la
espera de saber mi nuevo destino todavía sin fijar.Decido poner rumbo
de nuevo a Melbourne donde mirare un bono mensual para viajar por
otras zonas del país.Sin poder tomar ningún transporte por las horas
que son debo permanecer la noche en Adelaida.El grupo decide organizar
una fiestecita en el hostal .Acudimos a una de esas macrotiendas de
licores tan típicas,símbolo de que se está en uno de los países más
consumidores de alcohol del mundo (en especial de cerveza).En el
enorme salón del hostal hacemos una reunión junto a demas inquilinos
de diferentes nacionalidades.No hay manera de dar con un español.Se
nota que no viajamos tanto como alemanes,ingleses o del resto del
norte de Europa.Mientras las risas cómplices fluyen entre nosotros,
algún huesped del hostal nos avisa de que no pueden dormir debido al
ruido que ocasionamos.Ponemos punto final a la reunión .No dispongo de
habitación con lo que decido quedarme en el sofá del salón hasta que
Sarah me invita a ocupar su cama con la frase donde cabe uno caben
dos.
El grupo ha conseguido un nuevo trabajo muy bien remunerado pero con
un problema para Sarah.Se trata de un matadero carnico.Le intentan
convencer para que lo intente pero va en contra de sus convicciones.No
soportaría ver constantemente como se matan a los animales para el
consumo.Reservo billete de retorno para Melbourne en el que Sarah
decide acompañarme al rechazar el nuevo trabajo,eso que era realmente
una buena pasta.Me pregunto si habrá decidido retornar a Melbourne
para estar junto a mi.Me sabría mal que pensara eso cuando la veo como
a una buena amiga.
RETORNO A MELBOURNE
Sarah y yo nos despedimos del grupo en una sucursal de banco donde
necesitan abrirse una cuenta internacional para el nuevo trabajo.Tras
tan efusiva despedida tomamos asiento en el atobús.Con parada para
cenar algo en la típica cafetería de un pueblo fantasma entablamos
contacto con un agraciado y madurito holandes que vive en Melbourne y quien nos
facilita un contacto para trabajar o buscar alojamiento. Desde la
parada de llegada tomamos gratuitamente una minivan para acudir al
mismo albergue que estuve la vez pasada.Espero que no se acuerden que
en la última ocasión me cobraron mucho menos.Descansamos un rato en el
cuarto y acompaño a Sarah a visitar el centro de la ciudad tomando el
tranvía gratis que ya conozco en dirección centro. Nos separamos ya
que ella debe hacer una entrevista de trabajo.Me siento en un banco
mientras los rasgueos de unas guitarras flamencas empiezan a sonar.No
me lo puedo creer el tema que estoy escuchando es entre dos aguas del
gran Paco de Lucía.A la gente en Australia parece gustarles el
flamenco.Les debe resultar tan diferente.Al acabar el concierto me
acerco al grupo formado por un Australiano de raíces y con acento
colombiano ,un madrileño y un italiano de Calabria.Me comentan que
tocan unas 3 veces por semana para cubrirse los gastos.Mecomentan
también que la policía no pone muchos problemas a los que trabajan en
la calle.Me despido del que ha sido el primer español que conocí en
Australia hasta la fecha ,mientras un aborígen algo borrachin empieza
a bailar al comenzar de nuevo el concierto.¡Qué gusto me ha dado
hablar un rato en castellano!
Sorprendentemente a Sarah le han cogido en su primera entrevista de
trabajo.Se dedicará a la promoción de una ONG con la labor de
conseguir nuevos socios.También ha conseguido alojamiento gratuito en
una casa ocupada en StKilda de aspecto muy tranquilo y situada a tan
solo 100 metros de la playa.Es increíble ver como en tan solo un día
ha conseguido trabajo y alojamiento gratuíto.
Por mi parte pondre rumbo final a Melbourne en dos días en cuanto
adquiera el ticket de tren para recorrer parte de Australia durante
todo un mes.
Me contactan en el hostal a través de un anuncio que publiqué en el
tablón de anuncios donde ofrecía los batiks.Me compran un par de ellos
con lo que poco a poco me los voy sacando de encima.A este paso me
quedarán pocos para llevar o vender en España.¡Ojalá!
Nueva despedida en este caso de Sarah,con la que compartí divertidos
y rememorables momentos.Voy a adquirir al fin el bono mensual para
recorrer parte del oeste de Australia.Al ir a sacar el dinero del
cajero me encuentro con que me da error.No me lo puedo creer ,no
dispongo de casi nada en metalico.Llamo a la sucursal en España sin
éxito.Estoy realmente preocupado al probar en otros cajeros y ver que
el problema persiste.No entiendo que es lo que pasa con la dichosa
tarjeta.Desesperado acudo al consulado de España al ser temprano con
la esperanza de que no se encuentre cerrada con tan raros horarios
mini matinales como suelen hacer.Por suerte esta abierta.Planteo el
problema .La señora de atiención al público ,española algo agobiada me
hace esperar al cónsul,quién tiene que estar al caer.Tras esperar
media hora me comenta que llegará dentro de 1 hora casi con total
seguridad.Salgo del consulado hacia la cafetería de enfrente donde
esperaré leyendo la prensa.No me puedo creer lo que acabo de leer en
la portada del periódico.Un ataque terrorista ha sacudido un tren con
centenares de muertos.Me quedo perplejo ante la noticia con ganas de
chillar a los cuatro vientos.La situación de mi estúpido problema con
la tarjeta me hace dar cuenta de la tontería que se trata en
comparación.Tras leerme los artículos de varios periódicos del país
llego a la conclusión de que el atentado ha tenido que ser provocado
por todo el tema de los apoyos a EEUU en la guerra de Irak.Parecía que
la cosa no iba con nosotros .
De retorno al consulado espero unos pocos minutos hasta que entra por
la puerta de la entrada quien creo que es.Un señor de aspecto
impecable con el pelo rasurado y acompañado de una señora japonesa se
me presenta como cónsul para exponerle el problema.Antes de nada le
digo que hacía tan solo una hora atrás lo veía un problema y ahora lo
veo solo una tontería.Le comento que la tarjeta parece estar bloqueada
y no me permite la retirada de fondos,con lo que necesitaría llamar a
la central en España o a algún conocido para que me averigue el
problema urgente ya que no dispongo ya casi nada de metálico ni
siquiera para llamar y mucho menos para comer o pagar el
hostal. Realizó la llamada sin éxito de nuevo y acabo hablando con
familiares que me mirarán el problema.Al ver que no he podido hablar
con la entidad bancaria me regalan una tarjeta telefónica de 10 $
.Momentos antes de salir del consulado la señora japonesa resulta ser
la mujer del cónsul,quién con un español perfecto me dice que me
espere.Que no puedo estar sin un solo dólar ni que sea para pagar al
menos el alojamiento de la noche.Abriendo el bolso y extrayendo su
cartera ,se dispone a darme algo de dinero.La situación me produce
algo de verguenza ,pero ante una urgencia o mejor dicho necesidad
vital no se debe ver de ese modo.De golpe veo como saca un billete al
cambio de unos 60 euros que me entrega como si fuese calderilla para
ella.Se nota que eso de la diplomacia les va bien a unos pocos.Con el
billete en mano y agradeciendole el detalle hasta que se lo pueda
devolver me responde que no me preocupe que para eso están los
consulados.Salgo anonadado del consulado sin creerme de que forma más
tonta se me soluciono el problema.Ahorá tengo de sobras para los
gastos de varios días y no para pagarme una sola noche de hotel con lo
recibido tal y como pensaría la mujer del cónsul.
Finalmente me comentan del banco que han mirado y solucionado el
problema pero que deberé esperar unas 24 horas para poder retirar el
dinero.Otro día más en Melbourne me hará recorrer parte de lo ya
conocido aunque con otros ojos más tranquilos al solucionarse el
problema.Del atentado me comentan familiares que el gobierno dice que
el responsable del mismo ha sido ETA.¡Que hijos de puta hacer algo asi
cuando no era si quiera su forma de actuar.Antes mataban al que
consideraban sus enemigos ahora ya a cualquiera solo por su maldita
causa.Acudo a una agencia de viajes de nombre Peter Pan donde realizan
buenas promociones para captar clientes como el hecho de que te dejan
usar Internet gratuito y te regalan condones y caramelos solo por
entrar en su agencia con la excusa de informarte sobre un destino
dentro del país.Por mi parte solo uso internet sin desear ninguna
información.Busca más información sobre el atentado y aprovecho
también para responder algunos mails.Por la noche en el hostal hay
botellón de vino barato de un pack de 5 litros.Uno de los compañeros
de cuarto se lía con otra compañera del cuarto y se van a la
habitación juntos hasta que el resto de los compañeros se cercionan de
la locura apasionada que están realizando.Con las luces encendidas y
sin parecer que les importe están haciendo el amor en una litera bajo
la presencia del resto de compañeros anonadados.Algunos comienzan a
reirse pero ni por estas ponen fin a la labor.Yo deseo acostarme con
lo que me tumbo en mi litera en espera de que los gemidos no vayan in
crescendo. Desde luego solo podían ser un par de inglesitos los que
realizan algo así.
Último día en Melbourne en el que adquiero por fin el ticket de tren mensual
para estudiar a través de los folletos los posibles destinos a
los que tengo derecho. Los precios de un mes rondan los 200 $ gran
parte del presupuesto mensual pero tambien he pensado que con eso ya
tengo cubierto gran parte por no decir la mayoria de todos los
transportes y alojamientos que dispondre en este mes que me aguarda.
Para celebrar mi despedida en la ciudad me permito el lujo de ir al
cine para ver un documental .Me descuentan un par de dólares sobre el
precio de venta al enseñarles la tarjeta del Racc ( compañía de
asistencia para vehículos) como si de una escuela o universidad se
tratara. Al fin y al cabo uno es estudiante de la vida hasta que deja
de respirar. El documental es el Billabong Odissey, los campeonatos
del mundo de surf a lo largo de algunos de los mejores spots del
planeta para la práctica de dicho deporte. Entre los destinos más
reconocidos, aptos para las pruebas puntuables se encuentran
Australia, Sudafrica, Indonesia, Mexico y España ¡sí, sí España !
concretamente Mundaka una bellísima
población costera y pesquera próxima a Bilbao, donde se junta el cantabrico con
la ría de Urdaibai, hecho que hace que se forme un oleaje limpio y
ordenado a través de una de las mejores olas izquierdas del mundo con
un recorrido de hasta 500 metros y una altura en temporadas altas de
más de 5 metros. Al menos asi era, hasta que recientemente y a raíz de
un dragado y un vertido de arena cambiaran el canal de salida original
de la ría.
La ría desembocaba rozando la ribera izquierda de la bahía, mientras
la ribera derecha estaba ocupada por vastos arenales, que generalmente
adoptan la forma de flecha. La explicación se debe a la existencia de
corrientes marinas de poniente próximas a la costa que, al rozarla,
provocan contracorrientes de menor velocidad que hacen sedimentar la
arena en la ribera oriental de la bocana. Pues bien, lo que ha
ocurrido es que la morfología natural del estuario (el canal de
desembocadura bien arrimado a la ribera izquierda y los arenales en la
derecha), gracias a la cual surgía la famosa ola, ha sufrido un cambio
drástico por la intervención del hombre cuando se culminó el mayor
dragado de la ría de los últimos 25 años. Se extrajeron 243.000 metros
cúbicos de arena con objeto de facilitar la salida al mar de los
barcos del astillero. La naturaleza no ha encajado bien el enorme
deposito de arena realizado con lo que si no se toman las precauciones
necesarias las cosas iran lamentablemente a peor. Espero que pueda
recuperarse lo antes posible. Sobretodo al recordar mis estancias en
mi antigua furgoneta amarilla aparcada junto a la misma iglesia de
Mundaka donde pasaba varias semanas al año durante las fiestas de
Bilbo o algún Septiembre en el que durante las primeras horas de la
mañana acudia al mirador de la ría con esas majestuosas vistas
naturales con la finalidad y el factor sorpresa de ver si había olas
para practicar tan ansiada y libre actividad como es el surf.
Al salir del cine completamente vacío avanzo mis últimos pasos por el
paseode cercano al urbano río Yarra en el que solo observo un solo espectáculo
del Comedy festival de Melbourne. Por aquí los espectáculos imagino
serán de pago y no callejeros con lo que no parece que en la ciudad
haya un festival de la risa. Si de caso sería un festival cómico de
interiores y no de exteriores en el que el ambiente de la ciudad
tendría aún mayor vida.
GRAN CARRETERA DEL OCEANO
Armando mi bolsa en el hostal tras trazarme una ruta aproximada para
el resto del mes observo que no hay itinerarios posibles a la zona en
la que deseaba empezar mi marcha. La cosa parece que empieza bien. Por
lo que veo la zona del Great Ocean Road no esta cubierta en el bono
debido a que parece ser de visita obligada con lo que aprovechan a que
si se desea realizar la visita se haga en excursión de un día en
cualquier agencia si no se dispone de vehículo. Intento a primera hora
del nuevo día conseguir algún contacto de gente que ofrece su vehículo
para compartir los gastos hacia un mismo destino. No tengo suerte ya
que resulta imposible al ver que ninguno de los varios carteles del
panel del hostal acuden a esa zona durante el día de hoy. Me informan
en la recepción que no hay solución posible a menos que se acuda en
viaje organizado en autobús, la modalidad más barata. Me indican un
par de ofertas y acepto la más barata y apunto de cerrarse de partir
en una hora por la módica cifra de unos 30 $. Estoy algo enfurecido ya
que no puedo dar uso a mi primer día de bono. Son las 8:00 de la
mañana cuando espero en la esquina de la calle cuales damas de la
noche y para colmo bajo la lluvía que parece despertar. No se
sinceramente porque me he decidido a realizar esta excursión. La zona de la
Great Ocean Road bien que sacia mi curiosidad pero tampoco
es para tanto más cuando el día no acompaña. El autobús llega de forma
puntual. Subo rapidamente para no mojarme más de lo que ya
estoy y me alegro al poder estirarme entre los últimos asientos, pero mi
alegría dura poco cuando veo que todavía falta gente por recoger de
otras paradas.
Dejando al fondo los medianos rascacielos de Melbourne y con el
transporte repleto de gente de cierta edad o puras parejas (soy el
único ocupante que viaja solo) entramos en la autopista rumbo a
Torquay (no confundir con la ciudad de mismo nombre en Inglaterra
donde nació Agatha Christie) primer alto en el camino en el estado
sureño de Victoria. En esta parte de la costa salvaje de swell
imponente – seguro hay unos jovenes realizando su clase matutina de
surf mientras les contemplo tomando un café y unas pastas que nos
ofrece la compañía de viaje. No hay mucho oleaje en está primera zona.
La envidia me corroe mucho más en la siguiente parada que realizamos,
el spot de surf de Bells Beach, playa que imagino le sonará a más de
uno ya que es aquí donde comenzó la aventura para las marcas Rip Curl
y Quiksilver que se dieron nombre desde que se celebraran las primeras
competiciones del circuito mundial desde el año 1973.
La voz del guía anunció que solo disponemos de 10 minutos para la
visita. Más vale eso que nada. Tras bajar súbitamente por los
escalones de madera hacia la playa me paro en lo alto de un segundo
mirador para fotografíar las buenas derechas que aquí se producen.
Parece mentira que las condiciones del oleaje cambie tanto respecto a
zonas cercanas como la de Torquay. No paro de realizar fotos como
buenamente puedo con mi pequeño zoom optico de x3. Jamas se debe
emplear en cámaras digitales el zoom digital por mucho más que te
acerque al motivo. Ya caí una vez y la mala calidad por no llamarla
nefasta me ha hecho olvidarlo de por vida. Apuro hasta el último
minuto y tiro rápido por los escalones,esta vez de subida hacia el
autocar. Como era de esperar ese que viaja solo y resulta ser el más
joven de todo el tour llega es el ultimo pasajero al que todos reciben
con aplausos por los escasos minutos de mi retraso. La verguenza no me
invade en absoluto. No se puede decir que haya tardado en exceso
cuando me he debido retrasar un par o tres de minutos. Las risas del
resto de ocupantes quiero pensar que son complices y no de burla o
bronca como me imagine de un principio. Será por la avanzada edad de
algunos de los ocupantes lo que me hace pensar en la primera
impresión.
El tiempo empeora desde mi rincón extremo del transporte con
calefacción y bajo los sonidos emergentes de una pareja de japoneses
que debo reconocer me ponen de los nervios en algunos momentos, como
cuando les veo fotografiar el mismo asfalto de la carretera,
fotografiarse juntitos ante cualquier burdo motivo o resultando tan
correctos que hasta te ponen los pelos de punta para mal.
Llegamos a Port Campbell, la parte más conocida de la Great Ocean Road
ya que alberga las maravillas naturales más conocidas de este lado del
país. Entre ellas la más popular es la conocida como los Doce
Apóstoles. Se trata de 12 torres de piedra caliza que han quedado en
medio del océano tras milenios de años de firme erosión fueron
separadas de tierra firme. Desde los diferentes miradores sobre la
costa sólo es posible ver 7 de ellas, ya que las otras quedan ocultas
a la vista y sólo es posible verlas desde el mar o desde el aire (si
se dispone o se alquila un helicóptero, claro). En nuestro caso la
visibilidad se podría resumir en nula, el aire y la bruma del mar es
máxima. La mayoría de los pasajeros han optado por no saler ni del
autobús (con eso lo digo todo). Armado con una bolsa de plástico de
mercado, mi anorak y un impermeable que uso a modo de empleo de la
cámara intento avanzar ante las máximas ráfagas del gran Dios Eolo,
quien parece no me da la más mínima tregua para retratar el territorio
que invade. Soy cabezudo y solo consigo retratar el London Bridge ante
las contantes gotas que se almacenan en la carcasa de mi cámara. Se
trata de una formación rocosa en forma de puente, lo que no entiendo
porque diantres incluyeron lo de London. ¡Será que no hay puentes más
parecidos en formas en todo el planeta! Hace unos años una de las
partes al descubierto formaba otro puente. Se cayó y tuvieron que
rescatar a unos turistas que se quedaron en el otro lado.
La mejor manera de haber conocido la zona hubiera sido tomar un
automóvil para recorrer la Great Ocean Road, de eso no me cabe la
menor duda. Las paradas que hubiese realizado hubieran sido múltiples
como también la cercana Phillip Island (lugar del Gran Premio de
Australia), la Península de Mornigton o simples zonas de eucaliptus
que albergaban varios Koalas en libertad sin ningún tipo de
vigilancia. Espero no estar dando ideas malas para el que deseara
secuestrar de su habitat a alguno de esos simpático peluches. Somos
muchos a los que se nos pasaría por la cabeza algo así sin pensar de
un principio en la mala fe que eso acarrearía a estas mascotas
australianas. Antes del retorno parada obligada en un
restaurante-buffet de un pueblo semi-fantasma cuyo nombre ni siquiera
puedo recordar en donde las pertinentes comisones para la agencia
incrementan sus fondos monetarios. En mi caso y sin faltar con mi
barra de pan y embutido estoy servido.
El día ha sido completo comparando algunos de los extensos prados del
camino recorrido de más de 500 Km con paisajes de la más profunda
Escocia. Solo unas pegas puedo decir de mi trayecto personal: la falta
de independencia y la climatología.
WAGA-WAGA
De llegada a Melbourne me instalo en la misma estación de trenes para
tomar el primer tren que pueda para salir de la ciudad. Me entero de
que con ´mi bono está incluido zonas como Brisbane o Broken Hill y las
conexiones en autobús me están permitidas. Descansando unas horas en
los duros asientos de la terminal doy espera para poder reposar más
placidamente entre las cuatro amplias butacas libres del tren para acudir
hasta Waga-Waga. Por fin tras unas horas de viaje puedo divisar esas
extensas praderas aridas australianas que asociaba al típico paisaje
del país. Como era de esperar ante la poca población existente del
país la mayoría del terreno se encuentra sin construcciones a
excepción de alguna que otra granja en medio de la nada lo que me hace
pensar en esas formas de vida tranquilas apartadas de cualquier
población cercana.
Waga Waga no es más que un mediano pueblo de calles más bien anchas
con comercios a ambos lados al más puro estilo americano. En una de
las tiendas hay un enorme anuncio de golf sobre una pelota del mismo
deporte de varios metros de diámetro. Debe ser la pelota más grande de
golf del planeta. Hay una tendencia en el país a reproducir
objetos,animales o productos a tamaños gigantes como para reivindicar
de que por aquí todo es máximo en cuestión de tamaños.
Bordeo a pie todo el pueblo hasta llegar al camino que recorre un
agradable y pequeño parque natural a lomos del río sobre el que
descansan algunas gruesas ramas de algún gigantesco árbol.
Aprovecho para acabar la comida que poseo. No hay un solo alma en toda
la zona y eso es justamente lo que me agrada. Se trata de un punto
nada turísitico al que no mucha gente puede decir que ha parado.
Explicar algo de waga waga???????????????????????????????
KATOOMBA
Con mi visita finalizada acudo de nuevo a la estación para tomar el
siguiente tren dirección Sidney a 2,5 horas. De la famosa ciudad tomo
el tren especial que acerca hasta la simpática ciudad de Katoomba
donde se encuentran las famosas Blue Mountains.
Katoomba es la ciudad más visitada en la zona de las “Montañas
Azules”, sin embargo no fue hasta el año 1879 que la ciudad comenzó a
ser conocida, cuando J.B. North abrió la mina de carbón Katoomba. El
carbón era obtenido de las laderas de las montañas cerca de “Orphan
Rock”, y para su transporte era utilizado un vagón accionado por
cables que se desplazaba lentamente hasta la cima. Acudo a un puesto
de información turísitca junto a la estación en el que tomo algún
pequeño plano del recorrido.
Inicio la jornada a pie cruzando todo Katoomba rumbo a las Blue Mountains.
Las “Montañas Azules” realmente tienen ese color. Esto es debido a una
fina niebla que desprenden los eucaliptos, y según como este la luz
del sol se aprecia un tono azulado desde alguno de los inmensos
miradores con vistas a todo el valle. Los senderos de descenso son muy
agradables en este soleado día que acompaña. Por el camino observo
algún que otro lagarto semiescondido entre la basta vegetación.
El origen de estas rocas, como el origen de casi todo en Australia lo
explica una leyenda aborigen: “El mito de las tres hermanas” 3
formaciones rocosas escarpadas y alineadas una de otra. Resultaría un
salto impresionante para todo aquel paracaidista extremo que no le
importe caer sobre la copa de los mismos árboles.
En la misma zona donde se localiza la “Ruta Escénica”, se encuentra la
magnífica “Scenic Skyway” (Ruta Escénica Elevada) que opera sobre el
recorrido original que viaja a través de la ladera de la montaña.
Dicha ruta cuenta con el primer teleférico para transporte de
pasajeros construido en Australia en el año 1958. El recorrido se
desarrolla dentro de un vagón construido en aluminio con capacidad
para 30 pasajeros, que cruza el Valle de Jamison a una altura de 300
metros, por una distancia de 350 metros. Su seguridad ha sido probada
a través de los años, transportando miles de pasajeros desde su
apertura, sin haber sufrido nunca fallos técnicos. La Ruta Escénica es
la línea ferroviaria más inclinada del mundo y actualmente es una de
las atracciones turísticas de Australia. Por mi parte realizo toda la
travesía con las únicas herramientas tecnológicas que poseo: mis
piernas. Horas y horas de caminata me hacen apreciar el bello paraje
natural. Aprovisionado de una pequeña botella de agua y sin nada de
comida paso el resto del día caminando hasta la zona de cascadas
situadas al atravesar unos extensos jardines. Nuevo descenso hasta la
parte más baja posible del recorrido justo donde cae la fina agua de
la cascada. El terreno esta algo fangoso por momentos lo que me hace
embrutecer mis botas de montañas, las cuales deben estar hoy
agradecidas a que les de tan buen uso. De modo silencioso fotografío
a un enorme ave bebiendo el agua de entre las rocas de la cascada.
Imagino que es un Kea ,esas enormes aves con cara de loro y cuerpo de
águila.
Sin darme cuenta está apunto de anocher. Me queda bastante camino de
retorno con lo que inicio la subida antes de que la desorientación me
invada ante la cada vez más cercana oscuridad. Se dice que la forma
más fácil de desorientación para un ser humano es en un bosque de
noche con lo que al no desear comprobarlo mis pasos avanzan más rápido
de lo normal. La visibilidad se acorta a mitad del camino. El tono
azulado de entre el interior de la vegetación me hace entender a la
perfección de donde proviene el nombre de la zona. Grito para escuchar
el eco de mi voz que reverbera de forma máxima mientras avanzo ya
oscurecido. Por momentos imagino lo fácil que podría ser perderse del
camino. Llegado al punto inicial me doy cuenta de que tengo el honor
de ser la última persona que sale del parque. Prueba superada.
Atravieso nuevamente la calle principal de Katoomba buscando alguna
tienda donde pasar las fotografías a cd mientras hago tiempo para
tomar un nuevo tren del que no se todavía que nuevo destino tomar.
Aprovecho las distancias largas de noche para aprovechar a dormir
entre los vagones casi vacíos. No hay por lo normal mucha viajando de
noche, lo cual me va perfecto para mis propósitos.Mi nuevo destino
será Brisbane, punto que me va a la perfección por la hora matutina de
llegada.
BRISBANE
Amanezco en Brisbane cuando me despierta una de las trabajadoras de la
compañía ferroviaria. Hoy necesito buscar algún sitio donde alojarme
ya que necesito lavar la ropa y asearme de cuerpo entero. El clima es
simplemente perfecto, se nota que desde Brisbane hacia todo el
territorio norte el clima es ya tropical. De la estación subo a una
furgoneta gratuita que me acerca hasta un hostal económico de
mochileros. El precio de 20 $ me servira para varios fines como
descansar, descansar y descansar. Este backpacker es de lo más
acogedor. Son como especies de mini apartamentos con balcón, tv y
nevera e incluso cuenta con una agradable piscina. Todo un lujo para
lo que yo busco pero de vez en cuando…
Duermo un par de horas en la litera superior de las cuatro que forman
la habitación. El resto de camas están ocupadas por las mochilas de
unos canadienses imagino, que ¿por qué lo imagino? Por los banderines
de Canadá bordados en las mochilas. Dan la 13:00 del mediodía y me
apuro para visitar el centro de Brisbane. No me gusta empezar las
visitas a una ciudad tan tarde pero cuando uno está exhausto por las
jornadas anteriores el reposo se hace obligado.
Caminando por la capital del estado de Queensland atravieso por el
puente Victoria desde donde se puede tomar un CityCat (catamarán)
para visitar el predio South Bank, el centro de espectáculos y cultura
de la ciudad. Una barca situada justo en la mitad del río dispone de
una amplia pantalla de cine. Que forma más original para ver una
película al aire libre, desde dentro de una barca sobre las aguas.En
un reportaje ví que es en el mismo río Brisbane donde habitan unos
escualos de metro y medio de longitud, sin que eso imposibilitará a
que pequeños críos realizaran esquí acuático por sus aguas.
Brisbane fue construida en 1824 como una colonia penal y se
convirtió en la capital al fundarse Queensland, en 1859. Un incendio
la destruyó casi completamente en 1864 con lo que todavía es una
ciudad más joven de lo normal y eso se nota algo. Una cosa que me
llama la atención son los postes de electricidad urbanos pintados por jovenes
artistas. Es una muy buena idea de arte callejero que redecora parte del
mobiliario urbano. Cada poste es un diseño diferente de colores y
formas vivas e incluso abstractas. En todo caso cualquier color es
siempre más bonito que esos feos grisáceos de orígen.
El centro de negocios de Brisbane está repleto de restaurantes finos,
cafés al aire libre, modas, espectáculos y jardines. El Myer Centre
ofrece una amplia gama de boutiques para compras, mientras que el
casino ubicado en la antigua casa de la moneda, Conrad Treasury
Casino, está abierto las 24 horas.
Por entre algunos rascielos agradables sin exagerar y bien ubicados
junto a orillas del río llego hasta el Botanical Garden xxxxx
xxxxx
xx
x
xx
De entre los árboles que fotografío escucho una voz salida de entre
las ramas superiores. Es un hippy muy hippy que me pregunta si me
gustan los árboles. Al responderle afirmativamente me invita a subir
por entre las gruesas ramas como si de su casa se tratase. El joven se
llama James y no para de fumar marihuana junto a algunos de sus
libros con los que tanto tiempo pasa escondido de entre la altura de
los arboles. No se si será para que nadie le vea pero su idea de paz
no está del todo mal ya que no puede molestar a nadie, bueno solo a
alguna que otra zariguella, ese enorme marsupial con aspecto de rata
que tanto habita por el parque abasteciendose de alimentos
encontrados entre las papeleras tal y como comprobé con antelación
cuando tome una foto a uno de ellos justo al salir de la papelera y
sin ningún tipo de reparo parecía plantarme cara. Al explicarle a
James la historia de Richard, el australiano que trajo los
masajeadores de cabeza a España, parece que se le han encendido los
ojos. Por muy hippy que sea uno el dinero siempre manda para esos que
parece no importarles. Ya me encontre con varios casos así y no
existen casi excepciones. El único caso que me viene a la cabeza es el
de una señora que se dedicaba a hacer trueques en la vida sin disponer
de nada de dinero . Fue un artículo que leí de la contraportada de un famoso periodico español. No se si será cierto o no , en todo casi hasta que no lo vea no lo creere posible.
Acompaño a James hasta donde se desvían nuestros caminos. Por unos
momentos llegue a pensar que podría vivir incluso en los árboles que
tan incómodos me han resultado por una simple hora de uso. Al
despedirnos y tras saber sobre mi largo viaje me regala una bolsa con
varias latas de comida que no me deja rechazar. Tampoco era para
tanto. Con nueva comida en la bolsa pero sin ganas de prepararla
acabo tomando algo de pasta en un restaurante chino centrico
ya que cansa digerir tantos días lo mismo. La animación en la calle es similar
a la Barcelona pero en pequeño. Alguna estatua de mimo que veo me hace recordar a las varias de ellas que hay situadas por las Ramblas de mi ciudad, sede mundial y pionera en eso de las estatuas vivientes. Nada más llegar a la habitación caigo rendido
en la cama sin ganas siquiera de tomar nada en la terraza del hostel. Otro sábado que me pierdo sin hacer nada de noche. En España eso me habría resultado imposible.
Me levanto hora y media más tarde de la hora de salida oficial para los inquilinos y no me abonan los 3$ de deposito de la llave. Converso con la recepcionista amablemente pero parece que no hay nada que hacer. Se pone terca en que he sobrepasado la hora y punto. En efecto me la pase al no tener despertador y haber dormido más de lo normal por el cansancio de los días anteriores pero tampoco he sido un impedimento para ningún nuevo inquilino, pués habían literas libres en varias habitaciones. Menudas reglas más tajantes y absurdas. Haciendo tiempo para tomar el autobús del hostal que acerca gratis hasta la estación aprovecho para leer y agenciarme una guía de viaje perteneciente al mismo recinto a modo de trueque por los 3$ que les he regalado.
Retorno al centro al permanecer cerrada la estación por un intervalo de 3 horas. Aprovecho a dar la última vuelta cercana al museo de bellas artes o la state library. Al ver a un pobre anciano sentado en una esquina a la sombra le regalo la guía de viajes de su propio país para que se la lea, la vuelva a regalar a un tercero o que tal como deseo la pueda vender por unas monedas.
Tengo casi dos horas hasta partir con lo que respondo algo aburrido las preguntas de un católico que reparte folletos, quien me explica que se ha recuperado de una enfermad y proclama el mensaje del Señor. Acabo la conversación mostrando mi billete de salida de la ciudad en cuanto me pasa un guía de centros católicos del país. Nunca entendí por qué algunos proclaman el mensaje del Señor,en la misma calle, en vez de acudir a un hospital a hacer compañía a los enfermos. ¡Eso sí es ayuda!
Con una última hora de tiempo la apuro visitando gratuítamente el museo de Arte Contemporaneo. En la misma entrada tras atravesar una enorme recepción veo a varios ancianos sentados en una de las salas. Me adentro para ver de que se trata y no es más que un video de archivo de los inicios urbanísticos en Brisbane. El momento es nostálgico cuando aprecio las miradas de los ancianos rememorando entre susurros épocas pasadas. Que auténtica pena no poder reflejar en una imagen algo así. Lo correcto para reflejar esa nostalgia hubiese sido un vídeo discreto de sus miradas frente al monitor.
Dentro del museo realizo internet, también gratis durante un máximo permitido de 15 minutos. Me parece que tendré que vistar más museos.
TAREE
Unas 9 horas de travesía me hacen llegar a Taree nada más salir el sol. El tren como casi siempre, estaba vacío para mi suerte en lo que a reposo entre asientos se refiere. La pequeña localidad de apenas 30000 habitantes no merece mi especial atención más que por una rápida vuelta alrededor de su gran río antes de que retorne nuevamente a la estación en busca de otro destino.
NAMBUCCA HEADS
Casi tres nuevas horas me son necesarias para entrar en Nambucca Heads. La estacion no es más que una pequeña parada en la que no existe ni un solo puesto de ningún tipo. Escondo la mochila entre unos matorrales, aprovisionandome de todo lo que me merece un especial valor en la bolsa de mano y inicio un recorrido de a pie hasta la zona de costa, la que no se a que distancia se encuentra. Tras avanzar hasta la carretera diviso al fin la costa a unos 3 kilómetros. El pueblo es pequeño y muy similar al de la gran mayoría de los que ya llevo recorridos. Sus construcciones de madera les dan un aspecto de artificialidad, aunque el entorno natural les salva en parte. Se nota la poca historia que hay por la zona. Parece más bien un sitio de veraneo o desconexión. Unos manglares me anuncian el inminente oceáno situado a escasos minutos. Avanzo por un pequeño puente de madera junto a una débil barca de paseo a remos en plena armonia con el paisaje. Ya diviso el inmenso azul del Pacífico en esta tarde que parece querer amenazarme con tormenta. Fina lluvia me refresca hasta los centenares de rocas pintadas que caracterizan esta zona. Con los colores más saturados que uno se pueda imaginar, entra en contacto la obra del hombre con la naturaleza. Todas las rocas que se encuentran ancladas como barrera de costa o espigones están totalmente pintadas con motivos diversos. Algunas también se encuentran escritas con mensajes de enamorados, las firmas de sus autores o simples poemas o palabras.
Las pinturas sobre rocas me han hecho recordar a las pinturas sobre piedra de la preciosa localidad asturiana de Llanes. Con la obra los “Cubos de la Memoria” su reconocido Agustín Ibarrola, ese mismo tipo de la txapela sobre su cabeza impulso un aumento del turismo en dicha población. El artista vasco también realizó pinturas en árboles de la reserva de Urbadabai en el que sus coloridos anagramas, a mi modo de ver simples, pero con gracia, fueron repintados con palabras amenazantes por ese grupo terrorista cuyo nombre no pienso publicitar.
El radiante color frío del atardecer en las rocas junto al oceáno queda guardado en la memoria de mi cámara antes de que ponga punto y final a mi visita. Ahora me toca regresar por el mismo camino pero a la inversa para ver si alcanzo a tomar un nuevo tren a otra zona antes de que caiga la noche. La noche me alcanza antes de poder retomar mi mojada mochila de los frondosos arbustos donde la amage, bajo la atenta mirada de unas bellas flores de color violeta radiante. No hay conexiones hasta la 1:00 de la madrugada y ni un solo alma al que poder preguntar. Es un momento de total soledad en el que no puedo hacer absolutamente nada más que esperarme al nuevo día. No hay siquiera ni un solo bar cercano en el que poder dejar la bolsa, beber algo, leer o distraerme. Es tan temprano que presa del aburrimiento opto por comer los restos de comida que guardaba antes de estirar una sabana sobre la gruesa hierba cercana y bajo matojos que me serviran para protección en caso de que llueva durante la noche. Me introduzco en mi simple saco a la intemperie pensando en lo que daría por tener una mini-tienda de campaña en este preciso instante en el que las gotas de agua inician a brotar sobre mi. Esperando por si la cosa va a peor, para estirarme sobre el cemento de la parada de tren, la situación parece no agravarse con lo que me mantengo en el mismo lugar bajo las ramas y los sonidos de animales del bosque vecino con los que no deseo soñar.
He podido dormir un par de horas antes de tomar el tren rumbo a cualquier otra zona cercana que tenga más gracia a la que me encuentro.
COFFS HARBOUR ,SAWTELL Y URUNGA
A tan solo media hora de trayecto está Coffs Harbour. Nada más apearme encuentro un jardín contiguo a la estación de tren en el que sin pensarmelo me estiro para dormir en lo que parece un entorno más protegido y agradable que el bosque anterior en el que me encontraba. Me despierto bien temprano pero no por mi propia voluntad sino por la de un insecto que me pica en el labio. Tengo un fuerte escozor durante 15 minutos debido a la picadura del misterioso insecto. Imagino que habrá sido una avispa dandome los muy buenos días. Como cambian los paisajes de la noche a la mañana. Parece todo más hermoso de lo que me imaginaba en la oscuridad de la noche. Me encuentro en una verdosa, primorosa y pequeña ladera algo descendente que parece ser privada en cuanto veo los columpios de unos infantes. Dejo mis pertenencias a un trabajador de la estación y tomo un tren rumbo a visitar poblaciones de costa cercanas. A Coffs Harbour regresaré de noche ya que supuestamente imagino que desearé hospedarme en algún hostal debido a las imperiosas necesidades que ya me tocan como es el lavado de la ropa y ¿por qué no ?una cama decente y blanda en la que poder dar tregua a mis huesos.
Siguiente parada Sawtell. Los paisajes de costa son ya otra cosa y para mi deleite hay unas considerables y bellas olas. Camino por la extensa y solitaria playa de arena blanca y compacta por la lluvia, con los restos de extrañas y oscuras medusas de hasta medio metro de diámetro. A lo lejos, diviso una señora jugueteando con su perro. Una mascota como esa sería mi perfecta compañía en muchísimos momentos. Que envidia me entra al verlos tan cómplices el uno del otro. Finalizo por completo esta playa pero me apetece caminar mucho más, con lo que asciendo por un pequeño camino ascendente para divisar las vistas de la siguiente playa aun más larga, en el que las olas rompen de forma más ordenada, hecho que hace que tres surfistas surquen entre ellas. La lluvia se inicia de nuevo en este buen día algo borracho de furor por algunos momentos. Utilizo sabiamente la gruesa manta que me apropie del hostal en Sydney y me siento sobre una roca aguardado en lo alto ante tan bellas vistas. Lo único que me hace falta ahora es un buen café bajo la ligera lluvia en el que el humo del caliente líquido emergiendo del vaso le diera ese toque final a la estampa en la que me encuentro adherido.
Un surfista que sale del agua me dice las buenas condiciones que se dan hoy en la zona mientras realiza una descanso antes de volver a meterse. Unos pescadores inician la jornada justo cuando me retiro para acudir hasta Urunga a solo un cuarto de hora en tren.
Este nuevo territorio sí que merece la pena. En estas tierras habitadas por aborígenes antes del asentamiento europeo, se nota la fuerza indómita de la naturaleza al iniciar el recorrido por la laguna que se une junto al mar a un kilómetro de distancia. Esta zona ha despertado mi interes con lo que decido pasar todo el día por aqui. La flora a base de manglares es excepcional, al igual que las amplias especies de aves que por aquí habitan. Y es que ante todo, esto es un merecido parque natural. En temporada alta imagino que el turismo se incrementara al alza en cuanto observo algún camping de caravanas por el que transito para acceder hasta la costa mediante un camino de madera de 600 metros. Las aves están tímidas en asomarse con lo que me conformo en divisarlas a lo lejos. Una vez llego a escasos 100 metros de la playa debo tomar una determinación a realizar, pues la lluvia esta vez se incrementa y pasa de ligera a gruesa en muy pocos minutos. Me siento tan a gusto que me acerro a un árbol amigo que me da protección durante más de una hora que aprovecho para pensar en la magia de la naturaleza en un momento de máxima soledad. Para muchos ésto sería un auténtico problema pero para mí es un momento de lo más oportuno para reflexionar y sentirme parte del paisaje.
La lluvia me da un respiro para poder visitar sus salvajes playas con débiles dunas ante el mar bravío. Tomo las pertinentes imagenes de forma rápida para mi archivo particular, antes de guardar la cámara de la forma más protegida posible en el interior de mi bolsa envuelta por la manta a modo de mayor seguridad, ante la humedad de la lluvia. Retorno al punto inicial del paseo bajo la intensa lluvia. Muchos pensarían que estoy loco al caminar de forma tan lenta mientras me mojo sin parar pero para mi es más de locos el ir corriendo sobre las ligeras tablas de madera resbaladizas con las consecuencias que eso repercutiría en una mala caída para mi persona o para la cámara. Al llegar de nuevo al camping me meto en un lavabo para secarme algo la ropa empapada y el exterior de la bolsa. Algo más sexo tomo un paraguas que alguien acaba de tirar a la basura para emplearlo en mi camino hasta la estación.
Hoy es el día indicado para albergarme en una pensión. Y con la humedad que llevo encima todavía más. Al llegar a Coffs Harbour busco entre los folletos de la estación algún hostal al que llamar para saber si tienen plazas. Tras media hora de espera una chica inglesa me viene a recoger en furgoneta para llevarme al hostal que ofrece este servicio de forma gratuíta. Para mi sorpresa el hostal está a menos de 20 metros de la misma playa. Eso que era lo más barato que he visto. Las habitaciones son de cuatro literas, aunque la que me dan está totalmente libre para mí. Me tomo una ducha caliente durante más minutos de la cuenta. Sé que en Australia tienen problemas de sequía, y conciencían a la población en no dar un mal uso a este bien tan preciado pero duchas calientes tampoco es que me tome cada día con lo que me autojustifico sin más. Tras lavarme me tumbo en la litera superior de forma relajada mientras veo un programa cualquiera de la televisión con la que cuenta el cuarto. Dan la hora de cenar y no dispongo de nada para comer. A estas horas está todo cerrado a excepción de algún restaurante cercano que rehuso por no gastar más de la cuenta. Encuentro un puesto de pizzas en el que encargo una para llevarme al hostal. El hambre me supera y antes de llegar a la pensión doy el último mordisco a la fina masa de ingredientes variados. Ordeno la ropa que necesito llevar a lavar el próximo día y finalizo haciendo algo de Internet a muy lenta velocidad aunque sin ningún motivo de queja ya que las conexiones son gratuitas. Antes de acostarme me tumbo por unos minutos en la playa cercana a mi habitación para ir cogiendo el sueño en espera de no quedarme dormido sobre la arena justo hoy que dispongo de cama.
Duermo de maravilla bajo el blando colchón de mi aposento hasta que llegan los nuevos inquilinos del cuarto. Un chico japonés y otro suizo. Ambos llevan consigo mismos sus respectivas tablas cortas de surf. Viajan por todo el país siempre con sus tablas a hombros. Aquí la verdad es que no la hubieran necesitado, pues en el mismo hostal te las dejan de forma gratuita si eres cliente. Soy el primero en entrar al agua para hacer algo de deporte antes de que entren demás surfistas. A las dos horas de pillar alguna que otra ola y habiéndo dado remadas sinparar para aprovechar el tiempo, me cambio para recorrer Coffs Harbour. Me podría haber pasado más tiempo en el agua pero con tantas cosas por ver me sacrifico y substituyo la tabla por la cámara. Ese es mi nuevo deporte al que absolutamente cada día le doy uso de forma gustosa.
Recorro el total de la playa hasta subir monte arriba, de donde diviso las vistas generales de la costa. Buscando motivos que fotografiar, estos parecen no querer salir. La distancia a los primeros planos de los cabalgadores de olas es demasiado larga para el objetivo de mi cámara. Cuantas veces he pensado en viajar únicamente con todo tipo de accesorios para la cámara como diversos objetivos,filtros o trípode. Las fotografias se multiplicarían, lo que me daría más trabajo a realizar al poder obtener todo tipo de posibilidades aunque con la contra de varios kg más de carga que mi cuerpo no podría soportar de forma habitual.
Me tumbo a descansar en lo más alto del camino, bajo la sombra de un débil arbusto. Al despertarme, no me puedo creer lo que veen mis ojos. Una especie de lagarto al que en máximo silencio intento fotografíar sin éxito al advertirse el animal de mi curiosa presencia en su terreno. En un intento desesperado por reencontrarmelo entre las hierbas me topo con una culebra de medio metro que de forma inmovil parece decirme que me retire. No quiero ni pensar que un minuto atrás estaba tumbado a escasos centímetros de ella con todo lo que eso podría haberme derivado durante mi descanso. Inicio el descenso a la civilización no sin antes tomar una toma vertical de un grupo de gabiotas en su máxima expresión de libertad al sobrevolar las olas frente a los acantilados.
Mi siguiente parada es rumbo al big banana ( El gran plátano) Otra de esos símbolos que identifica a la región en muchos de sus folletos. Parece que la única identidad que poseen muchos pueblos de Australia sean esas estructuras de animales,frutas o demás de tamaños desproporcionados como si de un récord guinness desearan para atrapar más al visitante. Frente al plátano gigante sonrío al imaginarme con segundas el otro significado que esa fruta puede tener, y más al estar situado frente a un pequeño parque de atracciones junto a una plantación, ésta vez real de la sana fruta amarilla.
He caminado varios kilómetros con lo que retorno de camino a mi morada, no sin antes abastecerme de víveres en una gran área comercial por la que me pierdo entre la multitud de sus comercios de renombre internacional, mientras busco lo antes posible la salida.
Al llegar al hostel, contemplo que no hay nadie por la zona. Tengo la llave de la habitación y no he pagado la jornada que pertoca, con lo que ante tal confianza por parte de la gerencia, decido ser honesto conmigo mismo y tomar mis pertenencias de camino a la estación donde buscaré algún nuevo jardín en el que dormir. Me podría haber quedado perfectamente en la misma litera y abandonarla al día siguiente temprano sin pagar, pero en vez de eso he preferido dar las llaves a los compañeros de cuarto antes de despedirme de ellos.
De nuevo en la estación, más solo que la una, lo que me hace reflexionar en calma tras averiguar del folleto de trenes que en unas tres horas llega un tren rumbo a Tweed Heads, el primer destino más madrugador al que decido visitar sin tenerlo planificado.
Me estiro sobre la hierba esperando despertarme en un par de horas para no perder el tren. Mi cerebro no me falla y me despierta a modo de alarma a falta de media hora para partir. A veces es curioso como el mejor despertador esta en la misma cabeza quien con muy poco margen de error te avisa de que te pongas en pie si realmente deseas levantarte por el motivo de importancia que sea.
Tweed-Heads
Llegada a Tweed Heads, como no podía ser de otra manera a primera hora de la mañana. Estoy ya en la famosa zona costera de la Gold Coast, bonito nombre sonoro para lo que ya me esperaba como esos enormes edificios de costa veraniegos a lo Benidorm. Todo es puro turismo de masas o como ya me advirtieron, de plástico en honor a nuevo turismo de cirugía o silicona que parece querer invadir el reciente siglo XXI.
Doy una vuelta por el paseo hasta entrar al espigon de rocas en el que reposo divisando el oceano antes de poner punto y final a mi rápida visita a esta población.
fALTA xxxxxxxxx Y PASA A
Día 16
Pongo pie en Canberra, esa ciudad que ostenta el título de capital de la isla más grande del planeta y no Sydney como muchos pudieran pensar de una lógica inicial. No me da la sensación de grandeza cual capital de este próspero país. No es ni medio día y no encuentro ningún sitio donde instalarme. Con un aspecto algo rural aprecio que las distancias de las avenidas son de lo más anchas adornadas con propiedades particulares y no enormes edificios comerciales. El hecho de ser capital hizo que creyera en un desorbitado flujo de movimiento de desarrollo aunque más bien parece todo lo contrario cuando se observa más zonas naturales como diversos parques o los jardines abiertos que albergan muchos de sus hogares. En ese aspecto ha sido una auténtica sorpresa pero para ver casitas particulares esperaré mejor hacerlo en otra vida.
Siguo caminando en busca de un maldito lugar donde asentarme, ni que sea para una sola jornada. A cada paso que doy trás más de una hora de caminar, mi cuerpo se resiente por momentos arrepintiendose de no haber dejado la bolsa en las taquillas de la estación de un principio. El tema es que debo hacer orden en ella tras la anárquica situación en la que se encuentran todas las prendan, en su muy particular competición por ver cual ostenta el título a la más arrugada.
Al fin diviso una casa con cartelito de acomodación incluído. Lo encontré sin preguntar a nadie pués está todo casi completamnte desértico. Imagino que tendrá algo que ver el que sea un domingo, uno de mis días menos predilectos cuando pienso que por mucho que formara parte de un día festivo, en mi ciudad siempre me dio la sensación de ser una jornada de despedida final antes de empezar el fatídico lunes tan odiado por la inmensa humanidad. Simepre hay que estar con los más débiles , por eso lanzo una lanza a favor del hermoso y radiante lunes ¡ todos con el!
La casa acomodatoria es enorme cuando entro en su interor y avanzo tras pasar por su bar estilo cowboy a modo de entrada, donde algunas personas malgastan sus monedas en las máquinas de colorcitos. No encuentro la recepción por ningún lado. Me planto hasta las puertas de las mismas habitaciones y pienso en esconder la mochila en cualquier lugar y caerme en cualquier rinconcito algo escondido. Su suelo de moqueta marrón lo veo hasta confortable para reposar estirado unas horas. Escondo la bolsa en un pequeño cuarto de limpieza pero pienso que realmente al ser tan temprano no mece la pena perder el día permaneciendo cerca de aquí con lo que retomo la bolsa de nuevo y empiezo a preguntar donde está la dichosa recepción. Me indican qeu es el mismo bar de maderas e iluminación más bien oscuras e íntimas donde solicitar la información pertinente. Una vez me adentro hasta la barra observando el rostro de unos tipos trabajadores tipo camioneros co sus enormes cervezas y cabezas en ángula algo caído me atiende una simpática moza de pelo rubio quién me da malas noticias. Más que un hostal parecía una residencia de cuartos alquilados por temporada, más que por días. No obstante obtengo información del Victor Lodge, una casa cercana la cuál sí esta libre. Su precio 20 euros con el ya famoso bed&breakfast. Serán unos 10 minutos más de avance para comprobar que en este caso si disponen de habitaciones libres, con lo que cuentan precisamente es con inquilinos. Tan solo hay ocupados un par de esos cuartos compartidos con lo que me toca uno enterito de 4 camas para mi solo. Descanso un par de horas mientras se la lavadora está haciendo su trabajo con mi ropa. Una vez tengo todas las prendas limpias y las reordeno en el interior de mi bolsa hasta saber dios cuando me tocará de nuevo llega a mi habitación un nuevo huesped procedente de Singapur y al más puro estilo de informático avanzado. Parece algo reservado hasta que le comento que estuve en su minúsculo país. Parece que tiene muchas ganas de conversar, pero yo en estos momentos prefiero conocer más que hablar con lo que me despido hasta la noche y comienzo a dar mis primero pasos en dirección al Parlamento, uno de los mayores edificios gubernamentales de la ciudad. El centro me resulta algo pequeño ates de tomar una avenida que se dirije en forma líneal sobre un puente hasta el Parlamento avanzando por enormes extensiones de parques situados junto a un enorme lago central con géiser incluído y la sombra de una gran antena de comunicaciones situada a lo lejos. Me siento en uno de los bancos del parque frente al lago donde fotografío a gente haciendo footing o pedaleando bajo los multicolores tipo arcoiris del espectro producido por la evaporación de los altos chorros del géiser. Mientras permanezco sentado me recreo con la imagen de un anciano dando clases de pesca a su pequeño nieto.
Llegado al Parlamento, entro en el mismo, debido a que es gratuíto. Hay varias salas de comités de lo más grandes y lujosas como el símbolo de poder que quieren transmitir. En su segundo piso, una serie de grandes retratos de los diversos líderes políticos del país invanden sus paredes dejando en un lugar privilegiado al cuadro que representa la jornada en que la Reina de Inglaterra creo entrega en asamblea las llaves del país de forma simbólica. En otras de las salas que visito me alegro al ver que poseen cuadros tribales de colección de los auténticos y más puros habitantes del país; los aborigenes. Sus tamaños alcanzan hasta los dos metros de ancho o más con motivos típicos y característicos de sus ingeniosas obras algo puntillistas aunque con falta de los nuevos colores que hoy emplean en sus obras como el rojo ,naranja o amarillo. El color predominante es el marrón clásico. Doy un último vistazo a otras salas del edificio, encontrandome separado de un grupo de turistas acompañados con guía, que se encuentan delante mio caminando todos en fila india como corderitos justo cuando uno de ellos tropieza de forma algo cómica bajo las risas de sus compañeros. Para acabar subo hasta la terraza superior del Parlamento donde una estatua de la Reina de Inglaterra vigila a los clientes del pequeño bar.
Vuelta de retrno por la misma avenida del puente hasta llegar al pequeño centro de la ciudad. Al pasar junto a un casino un elegante señor me pide algunos dólares de forma más que educada. Con las pintas que llevo se me hace raro que sea él quién me pida dinero. Parece que lo haya pedido todo en el juego.
Antes de acostarme me reencuentro con el joven de Singapur con quien desayunaré a primera hora de la mañana antes de partir a mi nuevo destino; Merimbula.
MERIMBULA
En la estación de autobús compruebo que faltan varias horas para la salida del nuevo transporte, lo que me hace tomar mi tiempo para ordenar las imagenes de la cámara y reordenar los escritos de mi pequeño cuaderno de viaje. Una vez partimos serán necesarias 3 horas de carretera para llegar a Merimbula al atardecer. Hoy debo buscarme una acomodación natural en alguna de las playas de la pequeña población. Escondo la blsa bajo unos arbustos de la apacible y slitaria playa para caminar hacia el centro para llamar a varios amigos con el saldo que todavía dispongo en mi tarjeta telefónica. Casi media hora de conversación me hace agotar todas las llamadas a varios de mis añorados compañeros quienes me provocan una relativa tristeza al escuchar sus voces. Cuanto me agradiaría estar con alguno de ellos en estos momentos.Tras la conversación acudo hasta mi playa particular para acostarme. Es demasiado pronto para dormir con lo que paso el rato jugueteando con la cámara con la que experimento nuevas tomas de mi rostro ante la oscuridad bajo unos disparos de flash con segunda cortinilla del obturados para dar a la foto una apariencia fantasmagórica al salir 2 veces mi cara en la misma toma; una con rostro de asombro o pánico y otra con aspecto de terror como si expulsara un espíritu desde mi boca. Hay que ver con lo que uno pasa el rato en ciertas ocasiones. Ahor sí es hora para dormir con lo que abro mi querido saco para meterme en su calentito interior bajo la suave brisa del mar provocando que no me despierte hasta el bonito y nuevo amanecer. El mágico color naranja del cielo y el tranquilo azul del oceano me hacen valorar el auténtico espectáculo de la vida. Por aquí he leído que hay delfines con lo que me adentro hasta la misma orilla de sus tranquilas aguas deseoso de escuchar alguno de ellos. Sería el no va más levantarse bajo los sonidos de tan lindos cetáceos xXxX
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pero parece que no hay suerte por hoy. La mejor temporada para verlos es de mayo a noviembre. Son solo las 6:45 de la mañana y ya estoy listo para buscar alguna cafetería para acabar de despejarme antes de decidir un nuevo itinerario. Merimbula es pequeñito pero parece una población con encanto por la tranquilidad que se siente en el ambiente que la rodea junto al suave balanceo de sus barcas amarradas en segunda línea de mar. Solo hay cuatro casas adornadas de muchas flores en sus entradas. Hay un pequeño bar abierto con vistas a la en teoría parada de autobús.
COMA
En cuanto tomo el único autobús que llega hasta este rincón de Australia su chófer ( el mismo con el tome mi último trayecto) me indica que a partir de Coma (2,5h. de recorrido) todas las plazas están ya reservadas. La verdad es que no me extraña nada cuando ves que es el único medio de transporte para los que no disponen de vehículo propio.
Coma es la capital de las Snowy Mountains, una de las únicas zonas de Australia donde la nieve permite la practica del ski. Hace años jamás hubiera creído que se pudiera esquíar en un país como Australia, cuyo imagen está más reflejada por el representativo rojizo de sus carreteras australes que por la blanca nieve. Se tiene que pensar más en que cuando un país alberga montañas que rozan los 3000 metros siempre hay nieve en sus picos. Tal como sucede en el Mauna Kea de Hawaii o en otros países tan remotos como Marruecos o Irán en los que también hay construídas pistas de ski para el asombro de muchos que jamás lo hubieran creído.
Al bajarme en Coma lo primero que busco es una oficina de información donde poder saber si hay alguna alternativa para salir de aquí en cuanto haya dado una rápida vuelta por sus cuatro calles. Parece que la cosa se complica puesto que solo hay una posibildad de tomar otro autobús dirección Canberra a un precio desorbitado de unos 50 dólares por una sola hora y media de trayecto. Deberé retroceder dirección sur de nuevo pero hacia otro destino diferente al de Coma a final de la tarde, siempre que hayan plazas disponibles en su único autobús de retorno.